Se trata de Exequiel Mercado Zuliani, quien tenía 34 años y hace una década trabajaba como economista. Un amigo con el que estaba tomando algo alertó la situación y dio aviso a la Policía que sospecha de un crimen en primera instancia.
La trágica situación ocurrió cerca de las 18 de este jueves 21 en enero en un departamento del Complejo La Porteña, ubicado sobre la calle Martha Salotti al 400, en Puerto Madero, donde el financista fue encontrado ahorcado y sin vida dentro de la ducha de uno de los departamentos en una situación confusa.
Según se le explicó a la policía, Exequiel Mercado Zuliani se encontraba acompañado por un amigo compartiendo la tarde, que fue la persona que alertó a los investigadores sobre lo sucedido. El relato marca que se hallaban bebiendo y conversando y que, en cierto momento, el economista se dirigió al baño.
Ante la demora de su amigo, comenzó a llamarlo y a golpear la puerta, pero como no obtenía respuesta, ingresó y lo encontró ahorcado en la ducha. La Prefectura Naval Argentina, que tiene jurisdicción en esa zona de la Capital Federal, se dirigió al lugar y convocó al SAME, cuyos médicos constataron que el economista estaba fallecido por las causas presentadas.
Inmediatamente, el hecho fue notificado a la fiscalía nacional en lo Criminal y Correccional 48, a cargo de Enrique Rosende, quien solicitó la colaboración en la investigación de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad. En la misma se tomaron fotos del fallecido, declaraciones testimoniales, secuestro de elementos de valor y dinero, al tiempo que dispuso pericias a cargo de la Unidad de Criminalística Móvil de la Policía de la Ciudad.
A pesar de que se investiga un posible suicidio, la causa en un principio fue caratulada como «Averiguación de Homicidio» y comenzaron a darse vínculos con Zuliani que podrían apuntar a una situación laboral compleja, a partir de que se descubrió que en redes sociales contaba con algunas denuncias de estafas en su labor como economista.
A lo largo de su desempeño como financista y economista había montado diversas firmas junto a un empresario porteño, entre ellas DMZ Group, dedicada en los papeles a «la administración por cuenta de terceros de negocios financieros, y en especial, los relacionados con títulos de crédito, títulos valores públicos o privados, representaciones, cobranzas, mandatos comisiones, consignaciones y asesoramiento».
