Los talibanes dispararon al aire y golpearon a la gente con porras para asegurarse de que los afganos formaban filas rectas y ordenadas a pesar de su desesperación por llegar al aeropuerto y salir del país.
En medio del caos en el aeropuerto de Kabul, al menos siete personas murieron este sábado a raíz de aglomeraciones que llevaron al aplastamiento de algunas víctimas, aunque la causa de sus muertes todavía no es oficial. Los talibanes dispararon al aire y golpearon a la gente con porras para asegurarse de que los afganos formaban filas rectas y ordenadas, a pesar de su desesperación por llegar al aeropuerto y salir del país.
La desesperación de muchos afganos por salir del país, bajo el control del Talibán desde el domingo pasado, acabó en desgracia el sábado. El Ministerio de Defensa del Reino Unido informó este 22 de agosto sobre la muerte de al menos siete personas a raíz de las aglomeraciones en las inmediaciones del aeropuerto Hamid Karzai, cuyo interior está custodiado por las tropas estadounidenses mientras que el exterior está regulado por los talibanes.
«Nuestros sinceros pensamientos están con las familias de los siete civiles afganos que tristemente han muerto en las aglomeraciones de Kabul (…) Las condiciones sobre el terreno siguen siendo extremadamente difíciles, pero estamos haciendo todo lo posible para gestionar la situación de la forma más segura posible», señaló este domingo el Ministerio de Defensa del Reino Unido en un comunicado.
En medio de la caótica situación, testigos informaron de que los talibanes que custodian las entradas a la vía de escape de muchos civiles hicieron retroceder a la multitud disparando al aire y golpeando con porras para conseguir que la gente formara filas ordenadas. Fuentes locales señalaron que estos disparos al aire son lo que suele generar el pánico entre la gente y lo que provoca estampidas e incluso aplastamientos.
Las imágenes de la situación fueron difundidas por el canal de televisión británico Sky News, que mostraban como la gente intentaba ayudar a trasladar a los heridos y a aquellos que estaban deshidratados debido a las condiciones climáticas y a la escasez de comida y de bebida entre los presentes.
Con carreteras abarrotadas de tráfico, escenas caóticas y niños llorando por el miedo y la incertidumbre en los brazos de sus padres, en Afganistán miles de solicitantes de asilo tienen la misma esperanza: superar la línea invisible que separa a los talibanes de los estadounidenses con su entrada al aeropuerto y conseguir escapar del país controlado por la milicia fundamentalista.
Desde la OTAN aseguran que al menos veinte personas han fallecido a causa de estampidas o disparos desde el ascenso al poder de los talibanes hace una semana.
«Nuestras fuerzas están manteniendo una estricta distancia de las zonas exteriores del aeropuerto de Kabul para evitar cualquier enfrentamiento con los talibanes», sostuvo un funcionario de la OTAN ante la agencia Reuters.
En vistas a esta crisis, los comandantes talibanes anunciaron este domingo que se reunirán con exgobernadores y burócratas en más de 20 de las 34 provincias de Afganistán en los próximos días para garantizar su seguridad y buscar cooperación. No obstante, un funcionario aseguró que no iban a presionar a nadie para unirse a su causa.
«No estamos obligando a ningún ex funcionario del Gobierno a unirse o a demostrar su lealtad a nosotros, tienen derecho a abandonar el país si lo desean», dijo un talibán anónimo a la agencia de noticias Reuters.
Desde el nuevo Ejecutivo, se quiere formar Gobierno lo más rápido posible e intentar resolver la situación de seguridad y episodios como los que se han estado viendo en el aeropuerto de Kabul, ya que los propios talibanes reconocen que «gestionar el caos fuera del aeropuerto de Kabul es una tarea compleja».