La suba es menor de la esperada porque el Gobierno postergó un impuesto. En el mercado se especulaba con un incremento del 3%.
Pese a la estabilidad del dólar durante todo mayo, este sábado 1 de junio comenzará a regir un nuevo aumento en el precio de los combustibles. En este caso, el incremento responderá a un ajuste en un impuesto que forma parte del precio de las naftas y que derivará en una suba del 1,5 por ciento en las estaciones de servicio de YPF.
La cifra es menor de la esperada, producto de la decisión oficial de postergar la suba de un impuesto (a los combustibles líquidos). El dato que circulaba en la industria era de un incremento del 3%.
De este modo, a partir del primer día de julio subirá el arancel que grava al carbono y a los combustibles líquidos, que se incluye en el precio de las naftas y se ajusta por inflación. Según la variación de los precios minoristas, ese tributo tendrá un aumento del 11,8%, que impactará un 1% en los importes de los surtidores.
Las petroleras competidoras como tanto Axion y Raizen (que explota la marca Shell) también evaluaban recomposiciones inmediatas. Desde las compañías informaron que aún los aumentos no fueron determinados.
