Se someterá a una cirugía por un tumor benigno que afecta su garganta. Una encuesta señala que el 83% de los bolivianos tienen poca o nada de confianza en el mandatario.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, atraviesa una crisis de dos frentes. Por un lado lo acecha el tumor que tiene en la garganta y por otro, la difícil tarea de remontar la caída de su popularidad.
Morales, de 57 años, tuvo que reprogramar para esta noche un viaje a Cuba que estaba pautado para abril. El objetivo es someterse a una cirugía para que le sea extraído un nódulo en las cuerdas vocales que le fue detectado en La Habana a principios de mes, cuando viajó también de urgencia para ser atendido por un cuadro de disfonía, sinusitis y dolores de abdomen.
Según fuentes oficiales, se trata de una tumoración benigna en la laringe que lo afecta desde hace varios meses.
Mientras que el tumor «cada vez va empeorando» -en palabras del presidente boliviano- y por eso debe viajar «con urgencia» a la isla, el domingo fue divulgada una encuesta que señala que el 83% de los bolivianos tiene «poca confianza» o «nada de confianza» en el mandatario.
