Lo muestra el último estudio nacional de RDT Consultores. La evolución respecto a marzo y otros datos clave.
Por Eduardo Paladini para Clarín
En junio de 2020, cuando la pandemia de coronavirus sacudía al país, el consultor Jorge Giacobbe decidió medir prematuramente para las elecciones legislativas del año siguiente, con una pregunta binaria: ¿usted quiere que gane o que pierda el gobierno de Alberto Fernández? En aquel entonces, pese a la popularidad que disfrutaba el presidente, la proporción fue en contra, 42,9% contra 37,3%, con 18,9% de «me da lo mismo» y 0,9% de «ns/nc».
Ahora, la que decidió hacer punta con las mediciones para los comicios 2025 fue Reale Dalla Torre Consultores (RDT), una firma con origen en Mendoza y pionera en los relevamientos a través de las redes sociales.
A fines de marzo, hizo su test inicial, también con un planteo «a favor / en contra» y ya entonces el balance fue positivo para el presidente Javier Milei. A fines de mayo, repitió la prueba y hubo una mejor para el oficialismo, con un número soñado para el libertario: 47,6%.
Se trata del sexto sondeo electoral que adelanta Clarín con vistas a las legislativas: dos de RDT, dos de la consultora Pulso, uno de Opinión Lab y uno de Articulat. Cinco fueron nacionales y uno se enmarcó en la provincia de Buenos Aires. Todos dieron como favorita a La Libertad Avanza, salvo el de Articulat, que puso arriba a Unión por la Patria a nivel país.
Imagen, aprobación y expectativas
Para su último sondeo, que presentó ante clientes privados (la mayoría empresarios), la firma que dirige la analista Martha Reale hizo un relevamiento nacional de 2.460 casos entre el 26 y el 30 de mayo, con 2,5% de margen de error.
En líneas generales, como muestran otros sondeos, los números suelen ser relativamente favorables al oficialismo, teniendo en cuenta un contexto económico de ajuste y un contexto político de grieta.
A fines de mayo, por caso, el Presidente tuvo balance a favor en su imagen personal (52,5% de positiva y 42,2% de negativa), en la mirada sobre la gestión (47,4% aprueba y 41,6% desaprueba) y en las expectativas económicas hacia fin de año (48,6% optimistas y 40% pesimistas).
Entre las conclusiones, el informe incluye otros «datos alentadores» para el Gobierno:
«La inflación ya no lidera el ranking de preocupaciones ciudadanas y continúa descendiendo. En la comparativa bimestral, disminuyó un 7,3% y un 15% en lo que va del semestre. Este descenso podría explicar una leve mejora en la evaluación retrospectiva, disminuyendo un 2,7% la autopercepción negativa de la situación económica personal. También se observa un ligero incremento en el nivel de optimismo de 1,7 puntos».
«La sociedad continúa ‘corriéndole la valla a Milei’. Por el momento, mantiene sus expectativas estables respecto a los resultados del plan económico del gobierno. El porcentaje que indicaba hace dos meses atrás que podía esperar un año o más para ver resultados sigue sin alterarse, al igual que aquellos que demandan resultados en un plazo máximo de 6 meses».
Por otro lado, dentro de las conclusiones se advierte:
«La preocupación por la pérdida de poder adquisitivo escaló a la primera posición en el ranking de preocupaciones ciudadanas. Hoy, el 65% de los consultados la señala como su principal preocupación. El incremento en las menciones es del 8,3% desde fines de enero».
«Asimismo, la angustia por el empleo ha aumentado significativamente en el período entre enero y marzo de este año, incrementándose en 8 puntos, y mostrando un aumento de 11 puntos en comparación con el año pasado».
Los números electorales de cara al 2025
Sobre el final del informe, de un total de 30 páginas, aparece la pregunta electoral: «¿Si las elecciones legislativas fuesen mañana, dirías que estarías “más cerca de votar”?».
Ahí aparece el número soñado para el Presidente: el 47,6% responde que votaría «a favor del gobierno de Milei». En la vereda de enfrente, un 39,3% optaría por «alguien opositores al gobierno de Milei» y un 13,1% no sabe.
Respecto a fines de marzo, cuando se hizo por primera vez este planteo, subió 2,2 puntos la predisposición al voto oficialista, creció 5,3 la del voto opositor y cayeron 7,5 los indecisos.