Periodismo para todos sobrevoló la zona y mostró el impacto ambiental que ocasionan 55 millones de toneladas de basura minera en territorio local.
En San Juan, la Cordillera de los Andes es el escenario de un inesperado incidente limítrofe con Chile. Durante varios años, sin ningún tipo de control por parte del gobierno provincial y nacional, arrojó al territorio argentino toneladas de escombros tóxicos que contaminan el ambiente y los recursos hídricos de la región.
El grupo Luksic opera la mina «Los Pelambres» en el país trasandino. Pegado a la frontera con Argentina, construyó una escombrera de 52 hectáreas para tirar los residuos de la explotación que hicieran, pero del lado argentino. La escombrera es el lugar donde las empresas mineras depositan lo que ellos denominan «roca estéril». Esa piedra, por haber sido removida de su lugar original, produce un drenaje ácido natural, pero altamente tóxico.
Luego de que trascendiera este escándalo, el fiscal de Estado de San Juan, Guillermo de Sanctis, firmó un polémico convenio con la minera chilena en el que sólo se le ordena a la empresa «aislar» el área afectada. No le piden que retiren o reparen el daño, sino sólo que lo aislen. Ademas, en forma insólita le impone a los mismos que construyeron ilegalmente la escombrera, que la controlen por 10 años.
«Hicimos el acuerdo para no quedar enmarañados en las chicanas del juicio. No es por 10 años. No, papá. No dice eso», negó de Sanctis a Periodismo para todos. Pero el artículo 6 del acuerdo es claro: «La minera Los Pelambres es responsable por el lapso de 10 años a partir del momento de la finalización de la obra».
Más allá de este acuerdo extraño, las autoridades actuales de la Cancillería tienen en claro que el incidente fue entre los países. Carlos Foradori, el exvicecanciller reconoció que «es un problema entre Estados». «Chile deberá ver qué medidas toma en cuanto a sus correspondientes empresas», afirmó.
(Fuente: tn.com.ar)