Una orden judicial obligó a la empresa chilena Antofagasta Minerals a quitar los residuos mineros que había comenzado a depositar en territorio argentino de manera ilegal.
En diciembre del 2017 se firmó el Acuerdo Binacional para el retiro de la escombrera en Cerro Amarillo. Así lo dispuso una orden judicial que obligó a la empresa Antofagasta Minerals a irse de la zona y llevarse todos los materiales del suelo argentino.
Un mes después, en enero del 2018, se iniciaron las tareas de remoción que terminaron cinco años más tarde. Esto ocurrió en Cerro Amarillo sobre la Cordillera de los Andes en suelo calingastino.
Sergio Uñac, gobernador de la provincia de San Juan enfatizó que «estas acciones se efectuaron con el objetivo de impulsar una minería sustentable y responsable, resguardando el ambiente y defendiendo la soberanía nacional».
Según informaron, desde los años 2006 y 2007, la Minera chilena Pelambres, había comenzado a depositar residuos mineros en el territorio argentino. En total, se quitaron 41 millones de toneladas de roca estéril de 1,3 km de largo por medio kilómetro de ancho y 50 metros de altura, aproximadamente.
Como se mencionó, estos fueron los elementos depositados por la empresa de Chile de forma indebida y sin contar con los permisos correspondientes para realizar dicha acción en el suelo argentino, dentro del predio concesionado a Glencore en el proyecto El Pachón.
