Sálvese quien pueda: la pelea entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich baja a los municipios y vale todo

La interna con resultado abierto moviliza a los intendentes, que pedían quedar al margen de la pelea. Arranca el reparto de boletas.


La interna entre Diego Santilli y Néstor Grindetti transitó hasta el momento en términos civilizados, más allá de algunas chicanas. La disputa de Juntos por el Cambio en los municipios tuvo episodios de conflicto puntuales y en general una disputa menos encarnizada de lo esperado, aunque falta el tramo final de la campaña y a partir de esta semana se librará un nuevo capítulo, con el “delivery de boletas” y el alistamiento de fiscales propios de cada sector para el 13 de agosto.

Salvo Vicente López y General Pueyrredón, la coalición opositora definirá en las PASO los candidatos a intendente de todos los distritos de la provincia de Buenos Aires. La pulseada entre Horacio Rodríguez Larreta Patricia Bullrich se trasladó a la categoría de gobernador y a los municipios. También abarcará legisladores provinciales y concejales. Unicamente Soledad Martínez y Guillermo Montenegro consiguieron evitar la competencia y llevar las dos boletas. Era un reclamo compartido por los 58 jefes comunales de Juntos por el Cambio.

Muchos de ellos, probablemente la mayoría, repartirán la lista completa con el postulante a presidente y a gobernador con el que cerraron y además otras combinaciones a pedido. También lo harán precandidatos que no son intendentes, los llamados sin tierra, aunque con menos recursos y posibilidades.

“Los intendentes están laburando las dos boletas, de los dos lados”, descuentan en el larretismo que los jefes comunales con un “buen aparato logístico” harán un trabajo fino para el “delivery” de los días previos a las PASO: “Pasan dos o tres veces a tocar la puerta. En la primera visita te defienden la boleta, en la segunda preguntan a quién van a votar a presidente y a gobernador, y en la tercera te mandan el sobre a medida”.

Del lado de Bullrich, en línea con el triunfalismo que exhiben desde hace algunas semanas, buscan trasmitir que los intendentes que comparten lista con Rodríguez Larreta repartirán también la de la precandidata a presidenta: “Esta semana están llegando las boletas y ya hay muchos del larretismo que nos pidieron la de Patricia”.

Un clásico de los intendentes

Se trata de una práctica habitual en el peronismo y que cruza todos los espacios políticos. En Juntos por el Cambio, Julio Garro, Néstor Grindetti y Diego Valenzuela resistieron la ola del Frente de Todos y consiguieron sus reelecciones en 2019 por el corte de boleta. La novedad en este caso será que lo harán en las PASO, por la propia interna competitiva. Además del desafío para los Ejecutivos locales, los intendentes procurarán evitar el ingreso de concejales de la lista rival.

“Las elecciones las van a definir las boletas de arriba. El delivery puede significar a lo sumo dos o tres puntos, más otro porcentaje de corte espontáneo. Donde estén parejos, puede ser que desequilibre”, calculó un dirigente con experiencia en campañas en el conurbano.

En los municipios, desde ambos campamentos, con reserva reconocen que harán todo lo posible para retener los distritos, “sin traicionar” al resto de los candidatos. “Siempre primero hacés el trabajo de levantar a los propios, después mirás”, contó uno alineado con Bullrich.

“El Pelado ya lo sabe, porque no vamos a restarle a él. Los votantes suyos ya los tenemos, pero acá hicimos un encuesta y el 92% de los votos de Patricia quiere la continuidad en el municipio. A esos los vamos a ir a buscar”, adelantó un intendente del sector de Rodríguez Larreta.

Lo mismo harán con Javier Milei. En los últimos días circularon imágenes de puestos en Tres de Febrero que promovían el voto a Valenzuela y al economista en algunos casos y a Sergio Massa en otros. Desde el municipio aseguraron que se trata de grupos de libertarios que quedaron fuera de las listas de Libertad Avanza y peronistas enfrentados con La Cámpora que apoyan al intendente: “Ellos lo hacen por vocación propia, nosotros no nos oponemos”.

Una interna con tensa calma

Por el momento las disputas en los distritos se mantuvieron tensas pero en general sin violencia en Juntos por el Cambio. Hubo episodios como en San Isidro, en el que Ramón Lanús -precandidato de Bullrich- responsabilizó a Gustavo Posse por la agresión con un bate a un militante que repartía volantes. Cerca del intendente lo atribuyeron a un problema personal entre el atacante y la víctima.

En La Plata, Juan Pablo Allan -también postulante de Bullrich- cuestionó a Garro por echar y no pagar los sueldos de empleados municipales alineados con sus rivales en la interna. El jefe comunal que intentará reelegir con el apoyo de Rodríguez Larreta alegó que en algunos casos fue un error y otros se trataban de “contratos políticos”.

“La pelea en el territorio es con el peronismo. En lugares como Merlo, Moreno, Lomas de Zamora te rompen todo”, diferenciaron en el sector del jefe de Gobierno porteño, y ubicaron de su lado a los candidatos del PRO con más chances de arrebatarle municipios a Unión por la Patria: mencionaron a Martiniano Molina (Quilmes), Guillermo Viñuales (Lomas de Zamora), Gastón Di Castelnuovo (Ituzaingó), Segundo Cernadas (Tigre) y Lucas Delfino (Hurlingham).

“Ellos no tienen tantos candidatos con desarrollo territorial”, remarcaron. Del lado de Bullrich replicaron con otra mirada: “En el interior están mejor los nuestros y en el conurbano lo que más pesa es la boleta nacional”.

Por la desconfianza mutua, cada sector prepara su ejército de fiscales para intentar cubrir lo máximo posible las 38.074 mesas distribuidas en 6.206 escuelas. El reclutamiento de militantes y voluntarios incluye el pago de entre $8.000 y $10.000 en algunos casos, además de la comida y el kit con el fibrón, regla, lapicera y la copia del padrón.

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