Para Boggiano, no hay “escándalo institucional” por la polémica elección del presidente de la Corte

Luego de la designación de Rosatti como el titular del máximo tribunal, el ex miembro del alto mando judicial “el gran arquitecto político” de la elección fue Maqueda. “Se corre el riesgo de que se voten así mismos para que exista la mayoría, lo veo como una necesidad forzosa”, agregó.


Esta semana se llevó a cabo la elección del nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia en la que se designó a Horacio Rosatti como el máximo responsable del principal tribunal de nuestro país.

La elección se llevó a cambio sin la participación de Ricardo Lorenzetti por asistir a “reuniones del Unidroit”. El ministro Juan Carlos Maqueda propuso a Rosatti como presidente y a Rosenkrantz como vice, una fórmula que resultó consagrada por el apoyo de esos tres mismos jueces.

En ese marco, el exministro de la Corte Suprema, Antonio Boggiano, que fue destituido por mal desempeño en el año 2005, se refirió a la llegada de Rosatti y la gestión de Maqueda para que este sea el nuevo presidente del máximo tribunal.

Los doctores Rossatti y Rosenkrantz se han votado a sí mismos, frente a eso me pregunto ¿Cuál sería la otra alternativa? Aquí el gran arquitecto político ha sido Juan Carlos Maqueda. Me parece que esta impugnación pierde sentido porque, de cualquier manera, se tenían que votar así mismo”, señaló.

En diálogo con Código F, recordó que cuando fue “elegido presidente, la elección se hizo sin mi voto. Se puede decir que hay una tradición de votarse así mismo”.

“No me parece que haya sido un escándalo institucional, es el resultado de una división de criterios en una Corte de 5 miembros. Se corre el riesgo de que se voten así mismos para que exista la mayoría, lo veo como una necesidad forzosa”, señaló respecto a la polémica que se generó por la elección del exministro de Justicia de Néstor Kirchner.

“La Corte Suprema de USA funciona con 9 miembros y nuestra tradición constitucional se ha inspirado en eso, por ende no me parece fuera de lo razonable que haya más jueces. Yo mismo pertenecí a una Corte de 9. Con 9 jueces, estas situaciones difícilmente se plantearían”, apuntó.

Por último, se refirió al funcionamiento del máximo tribunal en los últimos tiempos y las presiones políticas que interfieren para la resolución de casos.

En la Corte se acumula una enorme cantidad de procedimientos y recursos, ahora bien, en virtud de la descalificación de sentencias inferiores por arbitrariedad se ha visto inundada de casos”, remarcó.

Y cerró: “En los casos de trascendencia, los jueces deben considerarlos en los acuerdos y deben intercambiar sus opiniones a fin de encontrar una decisión unánime, dándoles importancia. Esto ha sido sustituido por un sistema ineficiente”.

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