Con un saldo de 93 muertos y 90 días de marchas opositoras, el presidente venezolano siguió con las amenazas a la población.
El régimen militar de Nicolás Maduro ha advertido que cualquier saboteo del proceso electoral será pagado con cárcel. El líder chavista pidió a “todo el mundo” que escuchen su cadena nacional y en ella expresó «Que nadie se llame a engaño, queremos paz, somos hombres y mujeres de paz, pero somos guerreros».
Las declaraciones de Maduro fueron analizadas por el presidente del Parlamento venezolano, el opositor Julio Borges que dijo «Maduro ha dejado en claro su manera de pensar». «Rechazamos completamente este mensaje» y agregó: «Sepan que él está exponiendo lo que es, es la fractura, la pobreza y que Venezuela vaya al caos».
El funcionario agregó que «lo que quiere es perpetuarse en el poder, a costa del hambre, de la violencia y la miseria que viven los venezolanos».
Por su parte Henrique Capriles, gobernador del estado de Miranda, consideró a través de su cuenta en la red social Twitter que con estas palabras el jefe de Estado venezolano «declaró hoy la guerra a los venezolanos».