El presidente venezolano detalló los objetivos de la medida y dijo que busca “nuevas formas de democracia participativa y protagónica”.
Tras las caóticas y violentas marchas que dejaron más de 20 muertos por la represión, Nicolás Maduro convocó a un proceso para reformar la Constitución, por parte de asambleístas que serán elegidos por sectores y no con voto universal. La oposición ya lo denunció como un «golpe de Estado».
Junto con sus ministros y el alto mando militar en el palacio de Miraflores, el líder chavista firmó en la noche del lunes el decreto que según dijo «activa la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente popular, ciudadana y revolucionaria».
«Entrego mi poder al constituyente originario, al soberano, el pueblo», dijo el mandatario, antes de sellar la medida que supone llamar a una votación para elegir a los redactores de la nueva carta magna.
«Si para algo es el poder de un presidente revolucionario es para activar la soberanía absoluta del único dueño de este país, a través del voto popular, directo y secreto (…) para la postulación y elección de una Asamblea Nacional Constituyente que tome el poder político de la patria», agregó en un acto televisado junto con sus ministros y militares.