Lisandro Bonelli, el sobrino y «escudero» de Ginés que cayó en desgracia luego del escándalo del vacunatorio vip

Fue la mando derecha de su tío en el Ministerio de Salud; ahora volvería a su banca de diputado bonaerense por el Frente Renovador de Sergio Massa, donde le enrostran haberse alejado cuando llegó al gabinete nacional.


Por Jaime Rosemberg para La Nación.

«Esto es así, creés que el cargo dura para siempre pero estás a tiro de decreto y de repente se te termina todo». La reflexión, sin afecto ni misericordia, sale de boca de uno de los referentes históricos del massismo que compartió militancia y espacio de trabajo con Lisandro Emilio Bonelli, sobrino y mano derecha de Ginés González García, jefe de gabinete del Ministerio de Salud que cayó en desgracia luego de estallado el escándalo del denominado «vacunatorio vip», que también puso fin al retorno de su tío a la función pública.

Peronista, miembro del massismo desde principios de la década pasada y electo diputado bonaerense en 2013, Bonelli siempre fue -según fuentes del Frente Renovador que encabeza Sergio Massa- el «referente político de Ginés», su sombra en los destinos políticos de su tío, a quien prometió traer desde que llegó a la fuerza. «Todavía estamos esperando que cumpla», ironiza otro de los massistas que lo conoce bien. La noticia sobre su propia vacunación, sin formar parte de grupos de riesgo, lo puso en el ojo de la tormenta y derivó en su inminente salida del cargo.

Reelecto diputado en 2017, Bonelli pidió licencia en su banca al ingresar en el Ministerio de Salud. Su silla en la Legislatura bonaerense fue ocupada por Micaela Morán, zarateña y extenista como su pareja, José «Chucho» Acassuso, bien considerada por Massa por su trabajo legislativo. «No va a volver a su banca hasta que termine su licencia (30 de abril)», dejaron en claro cerca del presidente de la Cámara de Diputados, también dejando traslucir que los puentes que unían a Bonelli con Massa están poco menos que dinamitados. Y que Bonelli deberá esperar si quiere regresar a su banca, con mandato hasta diciembre.

¿Se trata de un operativo despegue del massismo, ahora que Bonelli es sindicado por lo bajo como el impulsor de la vacunación vip? «No se trata de eso. Fue él quien cortó relaciones con nosotros, no nos atendió más el teléfono desde que llegó al cargo», completan desde el Frente Renovador con tono de queja. El frío contrasta con el lugar preponderante que Massa le dio a Bonelli en la lista de diputados de la segunda sección bonaerense en las elecciones de 2017, un año de vacas flacas para el Frente Renovador: encabezó la nómina y fue el único en ingresar.

Abogado recibido en la Universidad del Museo Social Argentino, de 44 años e hincha de Racing como su tío, Bonelli empezó y consolidó su carrera política en su San Nicolás natal. Intentó llegar a la intendencia en varias oportunidades, sin éxito, antes y después de ser electo diputado en pleno apogeo de Massa como referente nacional. Entre los proyectos de ley que recuerdan varios de sus colegas está la modificación de la ley de farmacias que puso un «freno» a la llegada del conglomerado Farmacity a territorio bonaerense. También formó parte del Consejo de la Magistratura bonaerense, dominado por el peronismo en sus distintas versiones.

Ni bien entró a su despacho en el viejo edificio de Obras Públicas donde funciona el ministerio de Salud, Bonelli siguió bien cerca de Ginés, y aunque entre sus compañeros de trabajo reina el silencio, nadie desmiente que era «la mano derecha» del ministro y tenía injerencia en las decisiones importantes. Entre ellas, la improvisada «cadena de favores» que determinó la vacunación de empresarios, familiares y periodistas como Horacio Verbitsky en dependencias del ministerio.

«Llegó el momento de Ginés, trabajador incansable día y noche en esta pandemia que atraviesa a cada argentino y argentina. Gracias por el esfuerzo que hacés día a día. Es un orgullo formar parte de tu equipo», le escribió a su tío en Twitter hace un mes, cuando el ministro recibió la vacuna Sputnik V.

También seguía haciendo política, tanto en «su» San Nicolás (gobernada hoy por Manuel Passaglia, de Juntos por el Cambio) como en cortantes respuestas a miembros de la oposición. «Sabemos que las mentiras son tu historia de vida. Lástima que las sigas haciendo frente a una pandemia tan dolorosa para todos los argentinos», le escribió a Graciela Ocaña, sucesora de Ginés en su primer mandato y «enemiga íntima» del ya exministro de Salud. También defendió al ministro cuando el radical Mario Negri se quejó por su decisión de no concurrir a la Cámara de Diputados a informar sobre las negociaciones con las empresas proveedoras de vacunas.

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