El Santo Padre tiene muchas tareas importantes como Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, entre ellas recibir o visitar a los líderes mundiales para escuchar sus problemas y necesidades.
Sin dudas no debe ser nada fácil la tarea de llevar la paz a todas las latitudes, en un escenario mundial plagado de desigualdades y atormentado en los últimos tiempos por la sombra macabra del terrorismo.
También es cierto que el Sumo Pontífice, es en definitiva un ser humano y que debe tener como cualquier ser terrenal, días buenos y días malos, que tienen que ver muchas veces con el ánimo con el cual se encara la jornada.
En esta nota se puede notar las expresiones de Francisco, frente a distintos líderes mundiales en algunas de ellas como en el caso de el encuentro con el presidente Mauricio Macri o la reciente reunión con Donald Trump, su rostro sin dudas, no es el mejor, denota cansancio, seriedad y cualquiera pudiera decir que incluso un dejo de incomodidad.
En otros casos, como los encuentros con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Dilma Rousseff, Evo Morales, Obama y hasta con el propio Nicolás Maduro quien hoy en día es apuntado por la prensa mundial debido a su gobierno en Venezuela, el Papa tiene otro semblante, su rostro es más jocoso y hasta se lo nota más cómodo pese al trajín diario.
Sin dudas las expresiones de Francisco llaman la atención, sólo él sabe el motivo y si hace o no diferencias con respecto al líder mundial al que recibe.