A su vez, un hogar compuesto por una pareja no propietaria, necesitó $4.756,63 en septiembre para no caer debajo de la línea de indigencia.
Una familia tipo y propietaria de vivienda en la Ciudad de Buenos Aires necesitó contar en septiembre último con un ingreso de $16.013,68 para no ser pobre, mientras que precisó contar con $7.842,01 para no ser considerado indigente, según el Gobierno porteño.
Las cifras oficiales señalaron, además, que un hogar compuesto por una pareja económicamente activa y propietaria de vivienda con dos hijos tuvo que percibir un ingreso total familiar mínimo de $25.723,69 para pertenecer a la denominada «clase media».
Para una familia tipo propietaria, la Canasta Básica Alimentaria, que determina la línea de indigencia, se ubicó en $7.842,01, es decir que tuvo un incremento de 16,4% durante el mes pasado respecto de septiembre de 2016. En el caso de la Canasta Básica Total, el aumento para ese mismo hogar fue de un 22,6% en la medición interanual, al ubicarse en $16.013,68.
El sondeo señaló que para un hogar compuesto por una pareja no propietaria, necesitó $4.756,63 en septiembre para no caer debajo de la línea de indigencia, al tiempo que precisó $11.537,31 para evitar ser pobre. Indicó, así, que los incrementos en esos casos fueron de 18,5% y de 24,9%, respectivamente frente al mismo mes del año anterior.
Para una pareja económicamente activa propietaria, el costo de la canasta para no caer en la indigencia fue de $4.756,63, tras avanzar un 18,5% con relación a septiembre de 2016. Esa misma pareja tuvo que percibir un ingreso de al menos $9.137,94 para no ser considerada pobre, un 23,1% más que durante el año pasado. La Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad calculó que para un hogar unipersonal, el costo de la Canasta Básica Alimentaria costó en septiembre unos $2.571,15, mientras que el monto para cubrir la Canasta Básica Total fue de $5.657,91.
Ambas canastas presentaron aumentos con relación al mismo período del año anterior, de un 18,5% y 26,5%, respectivamente. Un hogar integrado por dos adultos mayores económicamente inactivos el mes pasado tuvo que tener un ingreso de $3.959,57 para no ser indigente y de $7.894,66 para no ser pobre. El estudio subrayó, en tanto, que una familia tipo y dueña de una propiedad con un ingreso total de $82.315,80 o más es considerada parte de «sectores acomodados».
