Ojeda, Fernández Sagasti y Godoy fueron algunos de los funcionarios peronistas que se manifestaron en contra de los cambios que propone el gobierno.
El jefe de Gabinete Marcos Peña brindó hoy su informe mensual de gestión ante el Senado con una férrea defensa del paquete de reformas que impulsa el Gobierno y la oposición lo recibió con críticas por el impacto de los cambios impositivos en algunas economías provinciales. En específico, lo cuestionaron por el establecimiento de un impuesto a los vinos y la eventual quita del arancel a la importación de artículos electrónicos, que afectaría la economía. Durante su exposición, Peña reiteró en varias oportunidades que el Gobierno está convencido de que «ningún sector económico argentino se verá perjudicado por esta reforma tributaria» y, al responder a las críticas, rechazó que la reforma sea «una imposición o una cuestión ya definida» y aseguró que se trata de «una propuesta que va a ser debatida».
Cuando se abrieron las preguntas de los senadores, el fueguino José «Nato» Ojeda (PJ-FPV) fue uno de los más duros: le advirtió a Peña que con la quita de aranceles a la importación de artículos electrónicos «condenan a Tierra del Fuego a un estallido de la administración y de toda la provincia. Es gravísimo que se quiten los impuestos a las importaciones de productos electrónicos. Del 17% al 0%, significa que los productos que se fabrican en Tierra del Fuego ya no tienen sentido. En vez de sueños, tenemos pesadillas».
A su turno, la mendocina Anabel Fernández Sagasti (PJ-FPV) acusó al Gobierno de haberle «mentido en la cara a la industria vitivinícola, no solamente porque negaron hace tres meses estar pensando en un nuevo impuesto al vino, sino también porque en campaña dijeron que iban a bajar los costos productivos para fortalecer a las economías regionales. El vino es parte de la tradición y la cultura de todos los argentinos, y con este impuestazo pasa de ser una bebida nacional a ser una bebida perjudicial para la salud», lamentó Sagasti, al tiempo que preguntó al jefe de Gabinete si el Gobierno está dispuesto a «dar marcha atrás» con ese gravamen.
Por su parte, el sanjuanino Ruperto Godoy (PJ-FPV) destacó que la industria del vino «es representativa» en su provincia y advirtió que el impuesto «va a afectar a toda la cadena de valor y los más perjudicados son el productor y el consumidor».