Hace meses fue agredido en su despacho. Pero los investigadores oficiales descartan algún trastorno psicológico.
Según fuentes oficiales, cercanas a la familia Fernando Cartasegna, en los últimos días lo habrían notado «desmejorado, en un profundo estado depresivo». Por eso, tomaron la decisión de internarlo en un hospital psiquiátrico de la ciudad de La Plata.
Hace dos meses, el fiscal había recibido amenazas y fue agredido. Incluso, frente a su despacho aparecieron panfletos en el que decía que sería “el próximo Nisman”. Pero investigadores judiciales pudieron determinar que esos carteles habían sido impresos en las computadoras del propio fiscal.
Por lo tanto, los investigadores no creen que el fiscal padezca algún trastorno psíquico: “Ahora quiere hacerse pasar por loco. Pero tras el ataque en el que supuestamente fue sorprendido y atado en su despacho, se le practicaron estudios psicológicos de rutina y los especialista determinaron que tenía muy buen estado de salud mental y física”.
El trabajo del platense, están en la mira ya que se detectaron muchas carátulas de causas en blanco que podrían ser utilizadas para armar algún expediente de «manera ilegal».