Imputan a dos rugbiers por la golpiza a un adolescente en Córdoba

Los acusados fueron identificados y se les presentaron los cargos por «lesiones leves», «violación de domicilio» y «daños» contra Lautaro Insúa, de 18 años, tras el ataque en un country.


Un nuevo caso de violencia de jugadores de rugby pone en vilo a la sociedad. En esta oportunidad, se dio en Córdoba cuando un joven de 18 años les impidió a un grupo de cuatro adolescentes participar de una reunión privada de egresados del secundario, a lo que respondieron con piñas y patadas sin mediar palabra y sin reconocer su error.

Tras lo ocurrido el fin de semana, la querella aseguró que “comenzó a dar resultados la investigación con las primeras dos imputaciones”. En este caso, se trata del abogado Carlos Nayi, representante de Lautaro Insúa (18), el joven que fue atacado por otras personas. Al respecto de la causa, el fiscal que interviene en la investigación, Horacio Vázquez, imputó a Mateo Soler (17) y Tadeo Torasso (18).

Mientras tanto, los otros dos presentes no fueron identificados de manera oficial pero Nayi aseguró que “también deben responder penalmente por sus acciones pasivas, por no haber intervenido para tratar de evitar la brutal agresión”.

Mientras tanto, Tala Rugby Club, institución en la que se desempeñan los cuatro agresioes, emitió un comunicado para manifestar el “repudio y condena» por el acto de violencia, además de anunciar una investigación administrativa. El presidente de la Unión Cordobesa, Félix Páez Molina, manifestó  que siguen trabajando con las “medidas correctivas para que las cosas cambien”, pero “se ve que en algunas personas no surte efecto”.

El Caso

El hecho ocurrió este fin de semana, cuando los cuatro denunciados habían sido autorizados por la seguridad del country para el ingreso a una vivienda, sin embargo advirtieron movimientos en otro domicilio donde se realizaba una reunión de egresados del secundario, con la participación de algunos padres, y lograron entrar.

El propietario de la vivienda le informó que se trataba de una reunión privada y les pidió que se retiraran, a lo que se sumó a ese pedido Lautaro Insúa quien, según su relato, recibió como respuestas “dos trompadas” de Soler y luego patadas en el piso que le causaron fracturas de tabique y pómulo.

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