Los usuarios prepagos deben validar sus líneas y vincularlas con un código único. Así, pueden bloquear los equipos ante una denuncia de robo.
Según cifras oficiales, en 2016 se robaron 4.700 celulares por día en todo el país. Para reducir esa cifra, el Gobierno habilitó un registro oficial que busca evitar que los teléfonos robados puedan ser reutilizados.
“El equipo se reduce a un pisapapeles o a un reproductor de música. Así se desalienta el delito, porque pierde poder de reventa”, explicaron en el Ministerio de Seguridad de la Nación.
El registro tiene dos pasos centrales. El primero es validar la línea. Es un trámite que apunta a los usuarios de planes prepagos, ya que los que cuentan con un abono mensual ya figuran como titulares en las compañías prestadoras del servicio. Según cifras oficiales, el primer grupo es mayoritario: representa casi el 80% de todos los clientes.
El segundo paso para evitar que el teléfono robado sea utilizado por otra persona es hacer la denuncia. Se pueden realizar a través de un número único, el *910. “Automáticamente se da de baja la línea y se bloquea el IMEI. Ese código, que es como una especie de número de motor de un auto, entra en una ‘lista negra’ y no se puede volver a utilizar. Si alguien le quiere colocar un chip, le va a aparecer un mensaje que le indica que el equipo no está habilitado”, explicaron desde el Ministerio que encabeza Patricia Bullrich.
Aunque advierten que el número de IMEI puede adulterarse, especialistas consultados por Clarín coincidieron en que la medida ayuda a desalentar el robo de celulares. “Se puede cambiar ese código, pero no es un procedimiento sencillo porque requiere un nivel de conocimiento específico. Varía mucho según el modelo del celular y el sistema operativo con el que funcione”, explicó Camilo Gutiérrez Amaya, jefe de laboratorio de Investigación para Latinoamérica de la empresa de seguridad informática Eset.
FUENTE: CLARIN