El Muñeco vuelve al Monumental tras casi dos años de ausencia y una experiencia fallida en el fútbol árabe. Cómo lo recibirán los hinchas en el partido contra Huracán por la Liga Profesional.
Gallardo volvió. Las charlas de café, cuando él se fue, acompañado de las dudas de lo que vendría post muñeco, se enfocaban en preguntarse si volvería pronto. Muchos, seguramente, tenían la duda de si algún día iba a volver.
Guardiola, a la distancia, es una referencia de época con su Barcelona invencible. Pep decidió no volver al club que lo vio brillar, al equipo recordado por cualquier futbolero y amado por los que admiramos a Messi. Seguro alguno pensó en eso, en realidad muchos lo pensaron y decían entre sus charlas futboleras que no creían que fuera posible verlo nuevamente sentado en el banco de suplentes dirigiendo un partido oficial como DT millonario.
Estamos a horas del comienzo de un nuevo ciclo. La vara está alta pero la espalda de Gallardo tiene bastante margen para hacer lo que quiera
No es fácil la decisión que tomó. Cualquiera puede opinar, y con razón, que tiene mucho más para perder que para ganar. Pero las mentes como las del técnico más ganador de la historia de River no funcionan así. Perder, fracasar deportivamente, irse por la puerta de atrás no figura en sus planes.
Vos que estás leyendo esto me decís en voz baja que en Arabia fue exactamente lo que le pasó perdió, fracasó deportivamente y se fue por la puerta de atrás. Pero todos sabemos el objetivo de Gallardo y su cuerpo técnico en su excursión a esas tierras petroleras. El contrato jugoso que firmaron, puede estar por encima de cualquier objetivo deportivo.
River es otra cosa. Gallardo para River es otra cosa pero a los que les gusta el fútbol y admiran a tipos como él, más allá de ser millonario, diablo o un académico, estábamos esperando este momento.
Si te gusta el fútbol, tener entrenadores como Gallardo acá cerca y cada fin de semana es una caricia al alma futbolera.
Es la primera vez que un entrenador, con una estatua construida y la que todos recuerdan, dirige en ese mismo club que lo homenajeó»
Es cierto que hay una camada de jugadores que ya no están. Extrañarán a Ponzio, Pity, Enzo Pérez (¿volverá?), De la Cruz, etc. Pero es el momento que aparezcan esos jugadores de él. Los que todos resisten, él los prepara, los espera y los hace brillar.
Siete títulos nacionales y misma cantidad a nivel internacional. Números que lo convierten en el entrenador más ganador en la historia de River. Místicos enfrentamientos con Boca y la tan recordada final en Madrid.
Ese cóctel triunfal, lo ponen hoy en un logro que hasta el momento nadie vio. Es la primera vez que un entrenador, con una estatua construida y la que todos recuerdan, dirige en ese mismo club que lo homenajeó. Gallardo en esta vuelta se convierte en una estatua viviente.
Un estadio monumental que lucirá repleto y que ya se puede escuchar el “muñeeeeeco, muñeeeeeeco” recibe a Huracán. ¿hay un partido? Claro, y no solo un partido frente a Huracán. Sino que es bisagra para volver a prenderse, para pelear y para ilusionarse con un nuevo título. Un triunfo y algunos resultados con viento a favor, pueden dejar a Gallardo y sus muchachos a un par de puntos de la punta.
El pasado quedo atrás, el malestar ya no esta presente en el aire de Núñez y alrededores. Que increíble que una persona pueda generar tanto en tantas personas. No es para menos, si estamos hablando de una estatua viviente.
Pero además, la gente de River se entusiasma con la Copa. ¿Cómo no estarlo en este contexto? Córdoba y el Monumental en un par de miércoles, Chile o Barranquilla y después Dios dirá.
Los hinchas millonarios quieren que pongan a todos en fila ahora que el más ganador de toda la historia se bajó de la estatua para sentarse en el banco de suplentes para comandarlos a una nueva conquista.
