El empleado de la Anses y militante kirchnerista, Gabriel Corizzo, afirmó en la Justicia que el magistrado estaba allí cuando él fue a hablar un tema electoral con Wado De Pedro.
Corizzo de 51 años, padre de dos hijos y «soldado del proyecto nacional y popular”, dijo en declaraciones ante el fiscal Carlos Stornelli haber visto al juez federal Sebastián Casanello en la Quinta Presidencial de Olivos entre fines de septiembre y los primeros días de octubre de 2015. El magistrado aseguró que jamás había estado.
Copia de la entrevista que realizó Clarín a Corizzo (hace 2 semanas):
¿Con qué funcionarios y cuadros K tenía relación personal o directa?
Tuve el orgullo y el honor de acompañar a Néstor Kirchner desde el lanzamiento de su fórmula con Scioli en River. Lo pude acompañar durante varios años, inclusive cuando nos dejó físicamente. En su velatorio me pasé los tres días en Casa de Gobierno. También tuve vínculo con Amado Boudou, a quien acompañé en su campaña para la jefatura de Gobierno porteña y cuando fue a declarar a Tribunales por el caso Ciccone; hice la última campaña con Scioli, con Zannini. Rengo buenas relaciones con Wado De Pedro, con Juan Cabandié.
¿Iba con frecuencia a la Quinta de Olivos?
Con Néstor fui un par de veces. Y la última vez que fui fue antes de las últimas elecciones presidenciales, en la campaña. A fines de septiembre o principios de octubre del año pasado. No puedo precisar la fecha.
¿Por qué fue?
Tenía que hacer una consulta con Wado, y me comuniqué con Luciana, una de sus secretarias. En época de campaña, después de las seis y media de la tarde en Olivos se juntaba mucha gente para ver cómo iban las cosas. Esta chica me dijo que Wado estaba en Olivos, entonces fui a la Quinta.
¿Por dónde entró?
Por la calle Villate. Me llevó un chofer de la Secretaría General de la Presidencia. Se llama Marcelo, yo tengo su teléfono.
Es decir que esta persona podría ratificarlo.
Sí, totalmente.
¿Se registraron cuando ingresaron a la Quinta presidencial?
No, nunca nos registrábamos.
¿Qué recuerda de ese día?
Que hacía calor. Serían más o menos las seis y media de la tarde. Entramos directamente, y después pasamos otro control. Cuando ingresamos dimos la vuelta a una plazoletita y fuimos una casita con muchas columnas blancas, muy linda, que está justo enfrente del salón vidriado donde se hacían las conferencias. Entonces entro por una puerta de vidrio, sigo derecho un par de metros, y había unas oficinas. Ahí lo veo a Dani Alvarez (uno de los secretarios privados de Cristina) que estaba hablando por teléfono. Lo saludo con una seña y sigo caminando un par de metros. Y me llamó la atención -a ese lugar era la primera vez que iba- el diseño de una especie de flor en el piso de mármol oscuro. Muy linda.
¿Qué hizo entonces?
Me quedé esperando para ver a Wado. Me acuerdo que Dani estaba en camisita con corbata. Había sillones, creo que de color claro. Y a la derecha lo veo a Casanello, el juez. Su cara la conocía por los medios.
¿Pero no le quedaron dudas de que fuera él?
No, no. Si hay una cualidad que yo tengo es que recuerdo las caras. Los nombres por ahí no tanto, pero en este caso también, porque era una persona pública. Me llamó la atención que estaba de sport, con un pantalón clarito, camisa, corbata y un saquito marrón.Estaba solo ahí.
¿Qué pasó entonces?
Bueno, Wado entraba y salía de una oficina. Estábamos en campaña, imaginate. No sé quién estaba adentro…
¿Había más gente?
No, vi a Dani, Wado y el juez. Cuando me estaba retirando llegó un mayordomo, un mozo que estaba sirviendo algo, porque hacía un calor tremendo. Hablé lo que tenía que hablar, dije gracias y pegamos la vuelta.
¿Cuánto tiempo estuvo en Olivos?
Entre quince y veinte minutos.
Casanello dijo que nunca pisó la Quinta, como lo acusó Lázaro Báez…
Yo a Báez no lo vi. Sólo vi a Daniel, después al juez, a Wado -que entraba y salía, igual que otra gente que entraba y salía de esas oficinas- y después al mayordomo ese cuando me estaba yendo.
¿Por qué cree que el juez niega haber estado ahí?
No soy quien para juzgarlo. Capaz que es un buen tipo, un buen padre de familia, no sé por qué lo habrá dicho. Yo te digo lo que vi. A vos y a quien sea.
¿Volvió a hablar con Wado de este asunto?
No.
Porque él también negó haber estado con Casanello en Olivos.
Yo no sé si él estuvo con el juez. En esos minutos que yo estuve se habrán cruzado o no, no sé. Igual era un espacio muy chico… No sé, eso queda en cada uno.
¿Cuándo decidió que tenía que contar lo que había visto?
Yo actúo primero como ciudadano. Y como padre de familia. Uno quiere ser ejemplo para los hijos. Una cosa son los principios morales, y otra las convicciones políticas. Yo hablé con mis hijos. Les conté que me habían contactado unos abogados y lo que yo había visto. Porque esto fue así, otra no hay.
¿No hay posibilidad de ningún error o confusión?
No, no, no.
¿Cómo cree que esto va a caer en la justicia y en la militancia?
No sé. Moralmente no puedo calificar a nadie. Yo hago lo que me enseñaron mis viejos. Creo en la política y vivo para la política. Pero como buen peronista, sé que primero está la Patria. No vamos a ser ignorantes, yo me voy a enfrentar con un tipo que es juez federal, que me puede tirar con veinte millones de cañones. Que me tire y que me investiguen: yo no tengo nada, soy un tipo honesto. Y no busco nada. Yo sé lo que vi, es la verdad.