El Presidente no permitió que una crisis lo dejara dos veces sin ver su película

Un ex-“Peña boy” se contactó con Lousteau. En el Senado crecen las “comisiones olvidadas”; y los cancilleres de Europa quedaron lejos de Buenos Aires.


Por Jaime Rosemberg para La Nación.

Alberto Fernández se había quedado con las ganas de ver Argentina, 1985, la película de Santiago Mitre en la que Ricardo Darín encarna a Julio Strassera, el fiscal que encabezó la histórica acusación contra los responsables de la última dictadura en el Juicio a las Juntas.

Hace diez días, el Presidente pretendía asistir al estreno en el Cine Gaumont y quería que lo acompañaran sus ministros. “Compañeres, les invito a compartir con el Presidente la premier de la película Argentina 1985 en el cine Gaumont, este jueves a las 16 horas”, escribió la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, en el chat del gabinete.

Sin embargo, Fernández debió resignar sus ganas de disfrutar de la pantalla gigante. Al menos dos funcionarios de su máxima confianza le aconsejaron que no lo hiciera cuando en la 9 de Julio se amontonaban las carpas piqueteras y el paro del sindicato del neumático paralizaba la producción de un insumo clave para el país.

“Yo seguí todo el juicio, escribía crónicas para un diario que necesitaba un abogado que entendiera del tema”, le comentó Fernández a un allegado, decepcionado porque la crisis económica lo había dejado sin chances de ver el film.

Sin embargo, la espera no fue demasiado larga. Finalmente logró colar en su agenda una función en un lugar mucho más agradable para el líder de un gobierno en crisis permanente: el jueves de la semana pasada, luego de visitar y recorrer la Fiesta de la Flor, en Escobar, asistió a última hora del día al Cine Italia de esa localidad. Lo hizo rodeado de un grupo de estudiantes.

La calma, sin embargo, tampoco lo acompañó esta vez: minutos antes de entrar a la sala le estalló en su teléfono la renuncia de la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, con llamadas y mensajes que le transmitían la nueva mala noticia. Lo llamativo del caso es que Fernández había recibido apenas unas horas antes a la ministra en la residencia de Olivos.

Con Fernández al teléfono, un colaborador intentaba calmar al auditorio, que esperaba ver la película. Pero tuvo que advertirle al Presidente que sería difícil contener por mucho tiempo a los adolescentes. Finalmente, la situación llegó a buen puerto: aunque sin ministra, Fernández pudo hacer un paréntesis y se zambulló en la actividad cultural.

Fue un “Peña boy”, pero se conectó con Lousteau

Durante muchos años, y en sociedad con Guillermo Riera, el nombre de Federico Morales estuvo asociado con la marca Pro. A las órdenes del exjefe de Gabinete Marcos Peña, Morales fue uno de los encargados de las campañas del macrismo, antes y durante el gobierno de Cambiemos. También fue secretario de Movilización de Pro e incluso supo tener una oficina en la Casa Rosada, siempre cerca de la de su jefe.

Pues bien: dedicado de lleno a las campañas electorales, Morales estuvo –según fuentes propias y ajenas– asesorando durante un tiempo a Martín Lousteau, quien hoy pone todos sus cañones en llegar a gobernar la ciudad, a la cabeza de la UCR porteña y con un guiño de su socio en la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta.

“Fue por unos meses, ya desconectaron. El consultor Morales tiene clientes en el exterior y no podía estar full time”, comentaron conocedores del vínculo, que –dijeron– terminó “de la mejor manera” hace unas semanas. Morales ya se prepara para una charla en Guayaquil con un nombre sugestivo: “Cómo ganar elecciones en la pospandemia”.

En el Senado crecen las “comisiones olvidadas”

Son protagonistas de un deshonroso récord en la historia de la Cámara alta, que podría bautizarse como el fenómeno de las “comisiones olvidadas”. A más de siete meses de iniciado el año parlamentario (las sesiones ordinarias se inauguran el 1° de marzo de cada año), las comisiones de Deporte y de Coparticipación Federal del Senado de la Nación siguen sin constituirse.

El fenómeno no es nuevo. En el caso de la Comisión de Deportes, no se constituye desde marzo de 2019 y su última reunión data de mayo de ese mismo año. Ya van dos períodos completos (2020 y 2021) sin que se designen senadores para integrarla y, por supuesto, sus autoridades.

La Comisión de Coparticipación Federal vive una situación parecida. No se constituyó entre 2018 y 2020 y el año pasado recién lo hizo en agosto.

El Senado, encabezado por la vicepresidenta Cristina Kirchner, parece dispuesto a terminar el año con dos comisiones que permanecen prácticamente clausuradas. Sin miembros, funcionamiento ni destino. ¿Las causas? Nadie las puede explicar a ciencia cierta, aunque hay muchas especulaciones.

Los cancilleres europeos, sin pasajes a Buenos Aires

Con el objetivo de asegurar para Alberto Fernández la presidencia pro tempore de la Celac por otro año más, en el Ministerio de Relaciones Exteriores ya se preparan con entusiasmo para la reunión plenaria de cancilleres de ese organismo regional en Buenos Aires, fechada para el 27 de este mes y que tendrá como objetivo principal un encuentro cara a cara con los cancilleres de los países que componen la Unión Europea.

Convencidos sobre la posibilidad de reflotar el acuerdo del Mercosur con la UE si Luis Inacio Lula da Silva triunfa en la proyectada segunda vuelta contra el presidente Jair Bolsonaro y vuelve a ser presidente de Brasil, desde el Gobierno insisten en que la Celac y la UE “coinciden en la relevancia de renovar su asociación estratégica”. Sin embargo, a esta altura son pocos los cancilleres europeos que prevén hacer lugar en sus agendas para llegar al país.

“Son muchas horas de viaje, las agendas son muy apretadas”, comentaron desde una influyente embajada europea, donde calculan que unos “seis o siete cancilleres” del Viejo Continente estarán presentes, mientras el resto de los países enviará delegados de menor rango.

García Moritán denuncia un escrache con subsidio

El legislador porteño Roberto García Moritán denunció que una organización social liderada por un funcionario nacional lo amenazó con armar una olla popular frente a su restaurante. “Es una mecánica típica de la política, el escrache, lograr las cosas por vía de la extorsión”, dijo el esposo de Pampita, quien aseguró que, de concretarse, “sería el primer caso de escrache a un legislador en estilo de venganza”.

Según García Moritán, la convocatoria que hizo el movimiento popular La Dignidad frente a su restaurante, con la intención de “dictar clases sobre la riqueza”, está liderada por un funcionario kirchnerista del Ministerio de Desarrollo Social.

“El funcionario que lo organiza recibe subsidio de la Ciudad. Rafael Klejzer, que es director nacional de Políticas Integradoras, recibe un subsidio para capitalizar entre los comedores y la Ciudad”, afirmó el legislador. Klejzer hizo el llamado a través de su cuenta de Twitter y escribió: “Estamos cansados que este señor y otros nos acuse de los problemas de nuestro país”.

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