La situación también se tornó tensa en relación con el gobernador demócrata del estado de Los Ángeles.
Las protestas en Los Ángeles contra la agencia de migración y el gobierno de los Estados Unidos están lejos de terminar, y sin embargo, el presidente Donald Trump se mantuvo firme y aseguró que la situación está: “bajo control”.
Al menos 700 marines fueron desplegados en Los Ángeles con el objetivo de “proteger al personal y propiedades federales”. La Guardia Nacional fue la protagonista de la brutal represión de ayer y, por ahora, no se ha confirmado el despliegue de otro tipo de unidades militares. El presidente se muestra reacio ante la posibilidad de escalar el conflicto.
En sus propias palabras: “Creo que lo tenemos muy bien bajo control. Creo que habría sido una situación muy mala. Iba en la dirección equivocada. Ahora va en la dirección correcta.”
Otra situación tensa a la que se refirió fue con el gobernador de Los Ángeles: Gavin Newsom, del Partido Demócrata, al que calificó de «gran beneficiario si se solucionan sus problemas«, y afirmó que él mismo creó una: «crisis artificial«. El despliegue de tropas requiere el consentimiento de Newsom, pero sin embargo el presidente decidió dar la orden utilizando el Título 10, una disposición legal que le permite omitir las decisiones de terceros, una decisión usual para la administración Trump.
Múltiples fuentes cercanas al gobierno se han encargado de desmentir que se esté buscando el arresto directo del gobernador. Ante estos posibles rumores, el propio Newsom publicó: «Arréstame. Terminemos con esto, tipo duro».