Después del aborto legal, la Iglesia inicia otras dos batallas: contra la eutanasia y las apuestas on line

Nuevas piedras aparecen en el camino de la relación que se suman a otras como la falta de disposición del Gobierno para bajar los decibeles de la confrontación.


Por Sergio Rubin para TN.

En el Gobierno están contentos porque la cúpula de Episcopado le pidió una audiencia al presidente de la Nación para presentarle sus saludos navideños luego de que el año pasado suspendieron el gesto como expresión de su desagrado por el impulso que en ese momento Alberto Fernández le estaba imprimiendo a la legalización del aborto. Consideran que los obispos quieren dejar atrás las tensiones que provocó el intenso debate en torno al proyecto, finalmente convertido en ley, y volver a tender puentes con la Casa Rosada. Algo de eso hay. La Iglesia no es proclive al conflicto permanente, sino a la búsqueda de acuerdos.

Sin embargo, nuevas piedras aparecen en el camino de la relación que se suman a otras como la falta de disposición del Gobierno para bajar los decibeles de la confrontación y tratar de acordar con la oposición cuatro o cinco leyes que permitan empezar a salir de la crisis. Es cierto que el Presidente dijo tras las elecciones legislativas que enviaría al Congreso un programa económico plurianual para ser consensuado, pero casi un mes después no hay noticias. Los dirigentes opositores tampoco conocen la marcha de la renegociación de la deuda con el Fondo, que requiere el visto bueno del parlamento.

Entre las nuevas piedras se cuentan un par que, como ocurrió en el caso del aborto, trascienden al gobierno e incluyen a la oposición. De hecho, una de ellas es un proyecto de ley llamado “de buena muerte” para regular la eutanasia que fue presentado por el presidente de la UCR, el senador Alfredo Cornejo, y los diputados de su partido Jimena Latorre y Alejandro Cacace. En la Iglesia dicen que en los países donde se legaliza el aborto luego se intenta hacer lo propio con la eutanasia, aunque admiten que no esperaban que se presentara tan rápidamente un proyecto en ese sentido.

Si bien la doctrina católica no está de acuerdo con el ensañamiento terapéutico, se opone a acelerar la muerte de un enfermo. Su oposición es tan firme como en el caso del aborto. De hecho, su premisa dice: “defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural”. Al igual que cuando el entonces presidente Macri envió al Congreso el proyecto de legalización del aborto sin anunciarlo en la campaña de cara al comicio presidencial, a los obispos también le molesta que este tampoco haya sido expuesto durante el reciente debate ante las elecciones legislativas.

Después del aborto legal, la Iglesia inicia otras dos batallas: contra la eutanasia y las apuestas on line
En rigor, no solo la Iglesia católica se opone a la eutanasia. Un reflejo es que el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR), que agrupa a personalidades de los principales cultos que actúan en el país, salió rápidamente en los últimos días a criticar el proyecto, que describió como “de facilitación del suicidio asistido y eliminación de enfermos crónicos, incluso niños y personas con capacidad restringida”, por considerar que “los eufemismos ‘eutanasia’ e ‘interrupción voluntaria de la vida’, no alcanzan a modificar su verdadera naturaleza”.

“Llamamos la atención y expresamos nuestra preocupación y tristeza por nuevos proyectos que ponen en cuestión el derecho a la vida, en este caso el de personas especialmente vulnerables”, dice el CALIR en una declaración. Y añade: “Aun reconociendo que hay diferencias entre ellas, existe un amplio consenso entre las confesiones religiosas acerca de la dignidad eminente de toda persona humana, sana o enferma, y del deber de respetar, honrar y cuidar la vida, que aquellas generalmente valoran como un don de Dios”.

Otro rechazo de la Iglesia: no a las apuestas on line

Otra cuestión que causa gran malestar en la Iglesia -y que también atraviesa a los partidos mayoritarios- lo constituyen los proyectos para habilitar las apuestas on line en la región metropolitana y en varias provincias. Desde el catolicismo siempre se señalaron los efectos perniciosos del juego y se criticó la proliferación de casinos. Pero ahora observan un riesgo mayor con las apuestas on line porque, como declaró hace poco el conocido cura villero Pepe Di Paola, se corre el riesgo de que “cada casa pueda ser un casino”.

Ante proyectos de ese tenor en Córdoba y Santa Fe, la Pastoral Social mediterránea pidió “apostar por la cultura del trabajo y del esfuerzo” y, en esa línea, la rosarina reclamó “políticas públicas capaces de generar trabajo”. Mientras que el padre Di Paola -que coordina a nivel nacional la Pastoral de Adicciones- lamentó que “se anteponga un objetivo recaudatorio y se legalice el negocio de unos pocos sin considerar los daños que provocan en la gente”.

Así las cosas, otras batallas despuntan con final abierto.

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