Desde el CEDyAT, venimos siguiendo las incertidumbres del Cambio Climático. Sabemos que la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático 2017 (COP23) que comienza hoy en Bonn, Alemania, tiene como telón de fondo los eventos meteorológicos extremos que han devastado la vida de millones de personas en lugares como Asia, las Américas y el Caribe. Hay que actuar con urgencia para mantenerse alejados de los puntos críticos. Ese objetivo es mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados y, aún mejor, que no se superen los 1,5 grados.
La conferencia, que llega justo dos años después de la adopción histórica del Acuerdo de París sobre el cambio climático, alentará además la acción por parte de ciudades, estados, regiones, territorios, empresas y sociedad civil en apoyo de los planes nacionales de acción climática, y a favor del objetivo de temperatura acordado internacionalmente y de los objetivos más amplios recogidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
En este contexto, la Argentina ratificará su compromiso nacional de reducción de emisiones (INDC por sus siglas en inglés) asumido en París (15% menos de emisiones GEI de aquí a 2030, y otro 15% sujeto a financiación adicional).
Argentina, llevará una propuesta superadora que será presentada por el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el rabino Sergio Bergman, que se basará en tres programas de reducción de emisiones. El primero es la desforestación cero y la re-forestación, no sólo en bosques naturales sino también la de tipo industrial. El segundo es el cambio de la matriz energética hacia una más limpia, con énfasis en las renovables y el éxito que tuvieron las licitaciones del Renov.Ar, y aquí elevamos nuestra propuesta ya que queremos llegar en 2030 no ya al 25% de renovables en nuestra matriz eléctrica sino al 30%. El tercer programa se enfoca en el transporte público sustentable, basado en mayor uso de biocombustibles, vehículos híbridos y eléctricos y mayor uso de trenes y embarcaciones para el transporte de mercaderías.
La variedad de oradores refleja el amplio espectro de sectores involucrados en la acción climática. Entre las personalidades ya confirmadas figuran la presidenta de las Islas Marshall, Hilda Heine; Arnold Schwarzenegger; el Secretario General de la ONU, António Guterres; la alcaldesa de París, Anne Hidalgo; el Gobernador de California, Jerry Brown; el Enviado Especial de la ONU, Michael Bloomberg; el astronauta Thomas Pesquet; Paul Polman, Director Ejecutivo de Unilever; la Primera Ministra de Escocia, Nicola Sturgeon; y el explorador del Solar Impulse, Bertrand Piccard.
Se espera que asistan cerca de 20 jefes de Estado, incluido el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, y numerosos jefes de Gobierno como la Canciller alemana, Angela Merkel. Se prevé que de la COP23 salgan además varias iniciativas transformadoras, incluida una de las Naciones Unidas sobre salud y pequeños estados insulares, una plataforma para apoyar la participación de las comunidades locales y los pueblos indígenas, un Plan de Acción de Género de amplio alcance, y el desarrollo de un proyecto de protección global frente a los riesgos para proporcionar seguros asequibles a 400 millones de personas en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Urge una acción más rápida e inmediata, ya que los compromisos y los esfuerzos registrados hasta el momento ponen al mundo camino de un aumento de 3 grados centígrados, o quizá más.
Esto provocaría la pérdida de la capa de hielo de Groenlandia, mayores aumentos del nivel del mar, daños en importantes sistemas naturales, como el Amazonas, y riesgos para la previsibilidad de los sistemas de circulación oceánica. Hasta ahora, las temperaturas ya han aumentado alrededor de un grado centígrado en relación a la época pre-industrial.
Por otra parte, un aporte positivo y novedoso es que Argentina también se encuentra desarrollando un mapa de riesgo climático con simulaciones de impacto al año 2100, que todas las obras de infraestructura con PPP (participación público privada) deberán evaluar, para que no haya más rutas ni urbanizaciones bajo el agua.
El objetivo último de todas las negociaciones y propuestas es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que evitará la interferencia peligrosa del ser humano en el sistema climático en un plazo de tiempo que permita a los ecosistemas adaptarse naturalmente y que haga posible el desarrollo sostenible.
por Fabián Ruocco (*)
(*) Director Ejecutivo del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT). Entidad habilitada por el Poder Ejecutivo Nacional como Unidad de Vinculación Tecnológica – Ley 23.877. Realizó con éxito el Estudio de Impacto Socio-Ambiental de la modernización de la Central Nuclear de Embalse que fue aprobada por amplia mayoría en la Audiencia Pública que permitió a la Nación iniciar las obras de infraestructura científico – tecnológica para generar energía limpia por treinta años más desde la Provincia de Córdoba para todo el país. Actualmente se encuentra capacitando al personal de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación. También a solicitud del Gobierno Nacional fundó en 2017 la Primera Unidad de Vinculación Internacional en la Unión Europea para atraer inversiones en el desarrollo de la Bioeconomía Argentina. El BID lo seleccionó para ejecutar el Proyecto del Delta Sustentable defendiendo los Humedales. La Legislatura Porteña fue el primer edificio público argentino que instaló con CEDyAT los paneles solares que alimentan la red.