Las subas de los últimos meses encendieron el alerta. Según las encuestas, es un problema que rompe la grieta.
Por Eduardo Paladini para Clarín.
Si hubo un karma que acompañó gran parte del gobierno de Mauricio Macri fue el de la inflación. El ingeniero la había subestimado como candidato y se le desbocó como presidente. En el arranque del 2020, el cambio por Alberto Fernández, más una baja circunstancial en los primeros meses del coronavirus, corrieron un poco el tema de la agenda central. Ya no. La aceleración de los precios en las últimas mediciones más los pronósticos pesimistas para el año próximo revivieron al fantasma. Que vuelve a acechar a la Casa Rosada, ahora con nuevo inquilino.
El dato aparece en cuatro encuestas de alcance nacional a las que accedió Clarín esta semana. Son de consultoras de distinta trayectoria y origen: D’Alessio IROL-Berensztein, Ricardo Rouvier, Real Time Data y Pérez Aramburú.
Los números de opinión pública tienen sustento en la realidad. No hay discusión sobre «sensación de aumento de precios». En octubre, último dato oficial, el Indec informó una suba de 3,8% mensual. Casi 4 puntos, la más alta del 2020, en medio de un año extraordinariamente recesivo.
Lo que viene para los economistas no parece demasiado alentador: creen que ese 3,8% es un piso para los próximos meses y que el 2021 se acercaría al 50% anual. Casi 13 puntos por encima de los últimos 12 meses (37,2%). El martes 15 se conocerán los números de noviembre y habrá un panorama más claro. Aunque quizá también más oscuro.
D’Alessio IROL – Berensztein: problema sin grieta
Son dos firmas que miden en conjunto y publican hace más de dos años un completo monitoreo mensual de «Humor Social y Político». El fin de semana difundieron su estudio de noviembre, que incluyó 1.372 casos. Las conclusiones del informe arrancan así:
– «La preocupación por el rumbo de la economía continúa siendo elevada entre los argentinos en el contexto de la pandemia, al igual que el pesimismo para lo que depare el 2021, el cual se impone por sobre los optimistas por octavo mes consecutivo».
– «La inflación se mantiene como el principal problema, ampliando la distancia con la inseguridad, que queda en el segundo puesto. El temor al contagio de COVID-19 sigue en descenso, posicionándose en el octavo lugar».
Cuando se ve la tabla completa, se observa que en el último año de la gestión de Cambiemos la inflación siempre estuvo al tope de las preocupaciones, mencionada por al menos el 90% de los encuestados.
Con la llegada de Fernández fue cayendo y entre marzo y septiembre se mantuvo por debajo de 70%. Algunos meses, incluso, quedó relegada como principal preocupación contra «las consecuencias económicas del coronavirus» y la «inseguridad».
Pero en octubre y noviembre volvió a crecer y la inflación está otra vez primera y lejos en el ranking de problemas. En la última medición, con 78% de las menciones. Y no distingue grieta: es la principal preocupación entre los votantes de Juntos por el Cambio (87%), pero también entre los del Frente de Todos (69%).
Ricardo Rouvier: pesimismo en alza
Es un consultor que estuvo vinculado durante años al kirchnerismo y sigue acercando sus trabajos a ese espacio. Entre el 24 y el 30 de noviembre hizo una medición nacional de 1.200 casos. También advierte de entrada en su informe:
– «Noviembre vuelve a mostrar una leve caída en los indicadores que hacen a la gestión presidencial. Sin embargo, la reapertura de gran parte de la actividad económica posibilitó una ligera mejora de las expectativas, aunque siguen siendo mayoritariamente negativas (58%). La inflación continúa siendo un problema central y el 63% cree que los precios seguirán aumentando».
Rouvier viene preguntando desde principio de año a sus encuestados si creen que la inflación «va a disminuir» o «no va a disminuir». En febrero, los pesimistas eran 42,6% y los optimistas, 38,9%; brecha de 3,7 puntos.
Pero desde entonces, la distancia se amplió mes a mes y ahora, los que pronostican más aumentos llegan a 63,5% y los que vislumbran bajas, a sólo 24%. La brecha se amplió a 39,5 puntos: casi 11 veces más.
Real Time Data: al tope en el ranking «personal»
Es una firma creada el año pasado por Nicolás Solari, un politólogo que trabajaba en Poliarquía. Clarín adelantó este domingo un ranking de imagen donde incluyeron a Ofelia Fernández y la legisladora K quedó 21 entre 22 dirigentes evaluados: sólo le ganó a Hugo Moyano.
En la misma encuesta (960 casos relevados entre el 24 y el 30 de noviembre) RTD publicó la «evolución del principal problema del país y personal».
En el primer caso, la inflación quedó segunda, con 14%, debajo de «de corrupción» (22%). Este último ítem también se consolidó en muchos estudios, en parte por la polarización: cuando pueden elegir una sola «preocupación», muchos encuestados optan por la «corrupción» como reflejo anti K. Cuando les permiten respuestas múltiples, los resultados cambian.
Más allá de ese matiz, cuando en el mismo sondeo de RTD se le pide a la gente que identifique su principal problema «personal», la inflación se corta claramente arriba: suma 36%, contra «la economía» en general, que llega a 15.
Pérez Aramburú: combo con el desempleo
La consultora fue creada en 2006 y casi desde sus comienzos estuvo vinculada al macrismo y al radicalismo. Figuró entre las 14 encuestadoras autorizadas oficialmente desde 2017 para trabajar para el Gobierno nacional de Cambiemos. Según ampliaron en la firma a Clarín, también miden para la administración de la Ciudad.
En noviembre, hicieron un relevamiento nacional de 1.138 casos. Cuando muestran los resultados sobre el principal problema del país, la parte de arriba de la tabla aparece bastante repartida: el «desempleo», un temor que también creció en otros estudios, lidera con 16%.
Luego se van entremezclando la corrupción (15%), la inflación (13%), la crisis económica (13%) y la «inseguridad» (12%). Cuando los datos se presentan por recortes de edad, el desempleo y la inflación aumentan como preocupación entre los argentinos de 30 a 45 años: suman 20% y 19% respectivamente.
