Una delegación del Gobierno encabezada por el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, defendió la política migratoria en una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llevada a cabo en Washington, Estados Unidos.
Avruj sostuvo que Argentina es «un país de puertas abiertas, y el inmigrante que llega y respeta a las normas, lejos de ser un problema, nos fortalece». Diferentes organizaciones de derechos humanos e integrantes de la CIDH cuestionaron el decreto que impide el ingreso de inmigrantes con antecedentes penales al país.
«No es más que el respeto del estado de derecho. No se trata de perseguir migrantes. La nacionalidad de quien delinque no es parte del debate. Controlar el ingreso y residencia de los inmigantes es también parte de los derechos humanos», aseguró Avruj respecto al decreto.
Nesumbi Sukama el Instituto Argentino para la Igualdad, Diversidad e Integración (Iarpidi), acusó al gobierno de «reactivar el racismo institucional» al vincular a los extranjeros con el delito, tal como se hace en Estados Unidos.
En el transcurso de la jornada, autoridades de la fiscalía de Jujuy defendieron la reclusión de la dirigente social Milagro Sala, que también fue cuestionada por la CIDH y Amnistía Internacional, entre otras organizaciones internacionales.
