Desde 1956, distintos Gobiernos han firmado 30 compromisos con el Fondo, reflejando una relación marcada por ajustes, deudas y transformaciones económicas importantes
Por Juan Manuel Godoy
Argentina es el país que más acuerdos ha firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde su ingreso en 1956, y en este momento se encuentra en camino de concretar su trigésimo compromiso con el organismo.
El gobierno de Javier Milei ha decidido avanzar con un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para validar el nuevo entendimiento, que posteriormente será remitido al Congreso para su ratificación. Este paso representa un nuevo capítulo en una relación que ha estado marcada por constantes idas y vueltas, con un promedio de un acuerdo cada 28 meses desde el inicio de esta vinculación.
De acuerdo con un informe elaborado para el Conicet por la investigadora Noemí Brenta, la relación entre Argentina y el FMI ha sido una constante en la política económica del país, con 29 acuerdos firmados en casi 70 años. Este historial incluye programas de estabilización, refinanciamiento de deudas y medidas de ajuste estructural, que han dejado una huella profunda en la economía y la sociedad argentina.
Arturo Frondizi y el primer acuerdo con el FMI
El primer acuerdo entre Argentina y el FMI se concretó el 4 de diciembre de 1958, durante la presidencia de Arturo Frondizi, apenas dos años después de que el país se uniera al organismo. Este compromiso consistió en un crédito de 75 millones de dólares, de los cuales solo se utilizaron 42,5 millones. El objetivo principal era estabilizar el tipo de cambio y contener la inflación, problemas recurrentes en la economía argentina.
El acuerdo incluyó cláusulas estrictas, como la reducción del 15% de los empleos públicos, la paralización de la obra pública y la privatización de empresas estatales. Durante su mandato, Frondizi firmó tres acuerdos adicionales con el FMI, todos por montos de 100 millones de dólares, consolidando así el inicio de una relación que se mantendría durante décadas.
La dictadura militar y el aumento de la deuda externa
Con la llegada de la última dictadura militar en 1976, la relación con el FMI se intensificó. Entre 1976 y 1983 se firmaron cuatro acuerdos de financiamiento, siendo el primero de ellos por 300 millones de dólares, el mayor monto otorgado hasta ese momento a un país latinoamericano. Este financiamiento fue clave para implementar un programa de estabilización que incluyó la liberalización de precios, la apertura económica y la desregulación del sistema financiero.
Sin embargo, estas políticas también marcaron el inicio de un crecimiento exponencial de la deuda externa pública, que alcanzó los 42.000 millones de dólares en 1982. Durante este período, el gobierno de facto de Jorge Videla solicitó un nuevo préstamo de 194 millones de dólares en 1977, mientras que Reynaldo Bignone, en los últimos años de la dictadura, firmó dos acuerdos adicionales por un total de 2.200 millones de dólares.
Los años de Menem y De la Rúa: ajustes y crisis
El período de mayor actividad en términos de acuerdos con el FMI se dio durante la presidencia de Carlos Menem, quien firmó cinco compromisos entre 1989 y 1998. Estos acuerdos incluyeron programas Stand By y de Facilidades Extendidas, con montos que llegaron a los 2.800 millones de dólares. Las políticas de ajuste estructural implementadas durante este período incluyeron privatizaciones masivas y reformas económicas que transformaron profundamente al país.
La llegada de Fernando de la Rúa al poder en 1999 continuó esta tendencia. En diciembre de 2000, su gobierno acordó un «blindaje» financiero por 13.700 millones de dólares, que fue ampliado a 22.000 millones en 2001. Sin embargo, estas medidas no lograron evitar la crisis económica y social que culminó con la renuncia de De la Rúa en diciembre de ese año.
Néstor Kirchner y la cancelación de la deuda con el FMI
En un giro significativo, el gobierno de Néstor Kirchner decidió romper con la dependencia del FMI en 2006. Kirchner canceló en un solo pago la deuda de 10.000 millones de dólares que el país mantenía con el organismo, en un gesto que buscaba reafirmar la independencia económica de Argentina. Este movimiento marcó un punto de inflexión en la relación con el FMI, aunque no sería el final de los compromisos con el organismo.
Macri y Alberto: el regreso al FMI y nuevos acuerdos
La relación con el FMI se reanudó en 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri, quien solicitó un programa Stand By por 56.300 millones de dólares, el mayor monto otorgado en la historia del organismo. De este total, se desembolsaron 44.300 millones de dólares. Este acuerdo buscaba estabilizar la economía en un contexto de crisis cambiaria y alta inflación.
Posteriormente, el gobierno de Alberto Fernández firmó un nuevo acuerdo en marzo de 2022 para refinanciar los vencimientos del programa anterior. Este compromiso incluyó un período de gracia de cuatro años y medio y un plazo de repago de 10 años. En julio de 2023, bajo la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía, se cerró un desembolso adicional de 7.500 millones de dólares.
La historia de Argentina con el FMI refleja una relación compleja y recurrente, marcada por la necesidad de financiamiento externo y las condiciones impuestas por el organismo. Este vínculo ha dejado una huella profunda en la economía del país, con impactos significativos en la política económica y social. Con el nuevo acuerdo impulsado por el gobierno de Javier Milei, Argentina suma un nuevo capítulo a esta larga historia, reafirmando su lugar como el país con más compromisos firmados con el FMI en el mundo.