El gobernador jujeño le pidió al presidente que tomé cartas en el asunto ya que consideró que «nos encontramos muy cerca de un límite peligroso, como lo es el ataque directo a nuestra soberanía nacional».
Las tensiones por el conflicto mapuche en Villa Mascardi continúan y es por eso que Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, escribió una carta dirigida al presidente Alberto Fernández en la que le solicita «que tome las riendas de esta inadmisible situación personalmente y de inmediato».
«Lamentablemente, la violencia que viene sufriendo el pueblo argentino está siendo una amenaza directa a su forma de vida. Hoy nos encontramos muy cerca de un límite peligroso, como lo es el ataque directo a nuestra soberanía nacional», comienza el texto.
Luego agregó: «Es apremiante que su gobierno comprenda que el problema con estos grupos Mapuches, a diferencia de otras comunidades indígenas, es que no reconocen a la República Argentina cómo Estado Nación. Actitud que se encuadra en el delito de atentado contra el orden constitucional y la vida democrática».
Continuando por esta línea, profundizó: «No reconocen el valor de nuestra Constitución Nacional, ni de nuestro sistema democrático de vida, y por lo tanto ni siquiera reconocen su autoridad como Presidente del País».
«En ese marco de anarquía, muchos avanzan sin dudar delinquiendo, usurpan y destruyen la propiedad privada, y amenazan y agreden a los argentinos que si respetan nuestra Constitución».
Posteriormente remarcó que «la lucha por nuestra independencia, para que seamos Patria, le costó mucho a nuestro pueblo», al mismo tiempo que destacó la figura de próceres nacionales en el pasado que lucharon por este propósito: «Si hoy tenemos el gran país que somos, se lo debemos al coraje y los valores que impulsaron a Belgrano, San Martín y Güemes, entre otros tantos compatriotas de distintas provincias argentinas, durante esos momentos cruciales de formación de nuestra unión nacional».
En este sentido, cuestionó la actitud pasiva adoptada por Alberto Fernández: «Sr. Presidente, la Patria, su soberanía, la unión nacional y su integridad territorial se defienden hasta con la vida. Así como se la defendió en Malvinas, con el coraje y la entrega de cientos de jóvenes argentinos».
Tomó distancias de la postura del jefe de Estado y contrastó: «Si yo estuviese en su lugar le aseguro que la situación terminaría rápidamente con los delincuentes presos y sometidos al máximo rigor de la Justicia argentina, por estos actos reiterados de violenta sedición, que son delitos flagrantes».
«Y se lo digo por experiencia propia, porque cuando me hice cargo del gobierno en Jujuy vivíamos esta misma y nefasta cultura de la violencia y la impunidad, que nos impedía mirarnos a nosotros mismos con seguridad, respeto y solidaridad», completó.
Continuando con los embates al mandamás, diagnosticó que «el problema que usted enfrenta hoy es sencillo de resolver para un Presidente, si no fuera porque usted tiene dos armas que no usa: la Constitución y la Ley».
«Sr. Presidente, no hay progreso posible sin paz y sin respeto al orden democrático y apego a la ley», ahondó, y enfatizó en que «tome las riendas de esta inadmisible situación personalmente y de inmediato».
Por último, expresó: «Actúe con la autoridad que le otorgó el pueblo y haga juzgar sin titubeos a estos delincuentes organizados que quieren tener a los argentinos como rehenes de la violencia desenfrenada, y a los recursos naturales de la Argentina como botín».
