Lucio de la Rosa, abogado de Marcos Esteban Bazán, el único detenido que tiene el caso, declaró ante la prensa que Anahí había sido enterrada viva. Fuentes especializadas con acceso a las conclusiones de la autopsia desmintieron lo afirmado por el letrado.
Según los investigadores del homicidio, a Anahí Benítez, la mataron entre el miércoles 3 de agosto a la noche y el jueves 4. En ese lapso, ella se desvaneció o su asesino la desmayó de un golpe del lado derecho de la cara con algún objeto que se supone también le produjo cortes en la ceja y la mejilla. Posteriormente la víctima fue sofocada hasta la asfixia. Luego su cuerpo descartado y cubierto con tierra en el predio de Santa Catalina de Lomas de Zamora.
Esas mismas conclusiones de la autopsia agregan que el cuerpo de la adolescente de 16 años tuvo “una muerte violenta que le produjo un paro cardiorespiratorio traumático” y que la causa fue “asfixia”.
Según lo publicado por Clarín, este punto en el informe (asfixia), se marca como “ad referéndum de las pericias complementarias”, que implica que esos estudios histopatológicos (del análisis microscópico de sus órganos) y los toxicológicos darán luz a cómo fue que la sofocaron obstruyendo sus vías aéreas.
Resta saber el resultado de las pericias de ADN a los rastros de sangre y pelo que hallaron en el galpón del sospechoso, como también las de su teléfono celular, que ayer le entregó a las fiscales durante su indagatoria. Bazán es el único que permanece detenido.
El abogado de Bazán, único apresado al momento había expuesto que «Lo que dice la autopsia es que recibió algunos golpes, que perdió la conciencia. Habla de una serie de punzadas que tienen dos centímetros de profundidad. Además, señala que la muerte se pudo haber producido por asfixia, es decir, que cuando la enterraron tenía pérdida de conocimiento, pero no que había fallecido antes«. Esto fue desmentido por los investigadores.