Con adhesión a la huelga nacional de la CGT, la FEB aceptó la propuesta de diálogo con los chicos en las aulas.
Hoy se cumple justo un mes del comienzo maltrecho del ciclo lectivo 2017. Y un mes, también, del primer paro nacional docente que, a esta altura y con la huelga general de hoy, sumará nueve días sin clases en todo el país.
En la provincia de Buenos Aires, en tanto, suman 15 los días en que los chicos (con matices) no pudieron sentarse en sus pupitres. Pero lo que dejó en claro la postal de ayer en distintas provincias es que en el primer paro de abril la medida de fuerza parecen haberse transformado -salvo algunas excepciones- más en un gesto testimonial que en una protesta real.
En la provincia de Buenos Aires, distrito clave de esta larga pulseada entre los gremios docentes y el macrismo, los paros se fueron disminuyendo, al punto que el Frente Gremial Docente debió salir a encuestar a los maestros para ver si quieren seguir con las huelgas. Allí, la FEB, principal socio del Suteba de Roberto Baradel, decidió en su asamblea de ayer no realizar nuevos paros, sino sólo “acciones gremiales”.
La gobernadora María Eugenia Vidal había enviado el martes una carta a los sindicatos para decirles que los va a recibir personalmente si dejan de hacer paros hasta fin de año.