Autos de concejales con gomas tajeadas, el vidrio roto de un despacho y una interna en Cambiemos calientan la política en ese distrito del Oeste del Conurbano.
Desde hace dos semanas sobrevuela un clima de tensión en Ituzaingó, en el Oeste del Conurbano bonaerense. El miércoles 25 de abril, mientras los concejales trataban la Rendición de Cuentas en el recinto, que el oficialismo peronista aprobó sin sobresaltos, en el estacionamiento contiguo al Concejo aparecieron las gomas tajeadas de varios vehículos de los ediles de distintas fuerzas y empleados del cuerpo. Unos días después apareció un vidrio roto y, si bien algunos en Cambiemos trataron de instalar la idea de la inseguridad, trascendió que pudo haber sido por una interna en el propio macrismo local.
Los distintos sectores políticos coinciden en que ese día estaba roto el portón automático que usan todos los concejales, asesores y empleados del Concejo con autorización a dejar sus autos. A las 14.30 encontraron vandalizados las ruedas de los concejales Ana De Benedetto (Cambiemos), Jorge Piccoli (FPV-PJ), José Luis Sánchez (aliado al oficialismo), Susana Repetto (Nuevo Encuentro) y asesores de de todos los partidos y hasta el de la abogada de Concejo.
Gabriel Pozzuto, concejal de Cambiemos con aspiraciones a la intendencia en 2019 le apuntó a la falta de seguridad en el distrito. Es que esta semana apareció roto el vidrio de su despacho que da a la calle. “Mi oficina está abajo y también quedó afectada por el vidrio roto. Que no hagan operaciones”, le salió al cruce el concejal Aníbal Rucci, hijo del histórico líder sindical de la CGT y cercano al oficialismo del intendente, Alberto Descalzo.
Sin embargo, por los pasillos del Concejo le apuntan a una interna en Cambiemos, que reconocen algunos macristas. Los dos concejales de Cambiemos con chances de pelear por la intendencia el año que viene fueron elegidos para participar de la «escuelita de intendentes del PRO» y un tercero quedó afuera. Creen que eso lo molesto y habría mandado a dar un mensaje a sus compañeros de bancada, aunque nadie lo confirma, son sólo sospechas.
El municipio entregó a la Justicia las imágenes de la cámara de seguridad de la plaza San Martín, donde se ve a una persona vestida de rojo en los alrededores y otra más que hacía de “campana”. Mientras tanto, el Concejo dejó de alquilar el predio para estacionamiento y ahora todos deben dejar sus autos en la calle, donde hay estacionamiento medido.