El texto, con más de 500 firmantes de todo el mundo, critica un supuesto autoritarismo de presidentes de varios países en la lucha contra el coronavirus.
Luego de reiteradas denuncias alrededor del mundo por un supuesto autoritarismo de los presidentes de diferentes países en las medidas instaladas para combatir la pandemia, un numeroso grupo de líderes internacionales, entre los que se encuentra Mauricio Macri, firmaron una carta abierta en la que llaman a defender la democracia
“No es sorprendente que los regímenes autoritarios estén utilizando la crisis para silenciar a los críticos y endurecer su control político. Pero incluso algunos gobiernos elegidos democráticamente están acumulando poderes de emergencia que restringen los derechos humanos y mejoran la vigilancia estatal sin tener en cuenta las restricciones legales o la supervisión parlamentaria”, señala uno de los párrafos del texto firmado por, entre otros representantes de la Argentina, la excanciller Susana Malcorra; la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich; la extitular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso; y la ensayista Beatriz Sarlo.
“Los parlamentos están siendo marginados, los periodistas están siendo arrestados y hostigados, y los sectores más vulnerables de la población enfrentan nuevos peligros a medida que los cierres económicos asolan la estructura de las sociedades”, agregan luego de especificar que más de 100 gobiernos presentaron medidas polémicas que, según los 500 firmantes, afectan a los distintos cuerpos legislativos y que van desde restringir el acceso a la información pública hasta arrestar ciudadanos por publicaciones “provocativas” en las redes sociales.
En el texto, elaborado por el Instituto para la Democracia con sede en Estocolmo, se remarca la preocupación por el uso de la emergencia como justificativo para el abuso de poder, arrestar y silenciar opositores e ignorar las leyes, y resalta que a raíz de la crisis, «tanto los gobiernos autoritarios como los elegidos democráticamente en todo el mundo han utilizado poderes de emergencia para arrestar a los manifestantes y eludir las normas democráticas».
“La democracia se encuentra amenazada y quienes se preocupan por ella deben acopiar la voluntad, la disciplina y la solidaridad necesarias para defenderla”, sintetiza uno de los párrafos finales, y cierra. «Es solo a través de la democracia que las sociedades pueden construir la confianza mutua que les permite perseverar en una crisis, conservar la resiliencia nacional ante la adversidad, sanar las profundas divisiones sociales mediante la participación inclusiva y el diálogo, y conservar la confianza en que los sacrificios serán compartidos y que los derechos de todos los ciudadanos serán respetados”.
