Por su parte, Israel reportó 24 muertos y más de 1.200 heridos como resultado de los contraataques iraníes.
El Ministerio de Salud de Irán confirmó este sábado que al menos 430 personas murieron y más de 3.500 resultaron heridas como consecuencia de los bombardeos israelíes iniciados el pasado 13 de junio. Se trata del balance más grave desde el inicio del conflicto y marca un punto de inflexión en la escalada bélica entre ambos países.
Según las autoridades iraníes, gran parte de las víctimas son civiles, incluidos niños, mujeres y personal médico. Uno de los ataques más devastadores ocurrió en la ciudad santa de Qom, donde un misil impactó en un edificio residencial y causó la muerte de al menos dos personas, entre ellas una adolescente.
Además de las bajas civiles, Irán denunció la muerte de 30 militares de alto rango y 12 científicos nucleares en lo que calificó como “asesinatos selectivos” por parte de Israel. “Nunca desde 1979 habíamos sufrido una ofensiva de esta magnitud contra nuestra estructura estatal”, señalaron voceros del régimen.
En respuesta, Irán lanzó más de 450 misiles y 400 drones contra territorio israelí. Israel, por su parte, reportó 24 muertos y más de 1.200 heridos, principalmente en el sur del país.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación el deterioro de la situación. Estados Unidos, Rusia y China han pedido un cese inmediato de hostilidades, aunque ambos gobiernos insisten en continuar con las acciones militares hasta lograr sus objetivos estratégicos