Intrigas en la Casa Rosada y las reacciones del mercado luego del «lunes negro»

El diálogo de Alberto Fernández con Mauricio Macri tranquilizó a ambos. La definición del candidato del Frente de Todos ayudó a tranquilizar a la City.

Macri estaba enfurecido: “¿Quiero saber quién me mintió?”. Fue el domingo a la noche y la bronca continuó todo el largo lunes, hasta la madrugada del martes. El Presidente agregó: “Me dijeron que perdíamos por unos puntos y la derrota fue dolorosa”.

También los dardos iban dirigidos a gobernadores que le prometieron su apoyo. Los cómputos demostraron que muchos recibieron fondos y nadie se jugó por Juntos por el Cambio. El malestar generó pases de facturas internos. Marcos Peña recibió una andanada de cuestionamientos y Jaime Durán Barba múltiples reproches. Hacia Durán Barba iban dirigidos los disparos del Presidente: el “gurú” aseguró el viernes que el peor escenario era una derrota por sólo 2 puntos. El sábado comunicó un último sondeo a los caciques de Cambiemos: en la intimidad del poder, aseguró que se perdía sólo por medio punto. Durán Barba presentó la renuncia el lunes.

Macri decidió -por el momento- “freezarlo” al ecuatoriano. Resolvió desintoxicarse de sus consejos durante varios días. El miércoles a la noche, en Casa Rosada volvieron los ataques contra Peña y un sinfín de rumores fuertes y negativos sobre su futuro. Un calificado vocero oficial le dijo a Clarín: “No hay nada de eso. Es totalmente falso”.

Rogelio Frigerio y María Eugenia Vidal responsabilizan a Peña de múltiples errores de campaña y de la derrota. Dicen que impidió aplicar el paquete para la clase media antes de las PASO. Ambos están acompañados en las objeciones por Miguel Pichetto y -el único ganador del PRO- Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño -el lunes a la noche en Olivos- insistió en hacer un relanzamiento del Gobierno, con un nuevo Gabinete.

La fricción no terminó. Muchos piensan que el fin de semana largo puede ser clave. El malestar del Presidente -también con él mismo- fue pasando y este jueves se lo notaba recompuesto: “Podemos ganar”, dijo en Olivos, a un grupo de íntimos.

Macri lo hacía con el “memo” que preparó el jefe de Gabinete para enfrentar la situación. Peña -ratificando su gestión- lo elaboró y lo distribuyó entre los jerarcas de Cambiemos. El “paper” tiene tres carillas y un título sugestivo: “Ellos no ganaron. Línea discursiva para aguantar”. El trabajo hace una fuerte crítica a ambas conferencias de prensa del Presidente, la del domingo y la del lunes: “Mostraron muchos desaciertos y un pésimo encuadre de comunicación”. Pero después establece una decena de recomendaciones para sostener que Macri puede ganar en balotaje.

Para empezar, el documento insiste en que hay que “desinstalar hacia fuera y hacia adentro que el Frente de Todos ya ganó”. Después concluye: “El Frente puede descender a menos de 45% y, dicho en breve, vamos hacia el balotaje”.

Dice, además, que hay que remachar con que “los problemas del dólar y demás (de hoy en adelante) son causados por el Frente de Todos”. Buena parte de estos argumentos fueron esbozados ayer en la cumbre de Cambiemos.

También provocaron varios cortocircuitos en el diálogo entre Macri y Alberto Fernández. En la UIA se calificó como “muy positiva” la comunicación entre ambos. Una parte de la Junta Directiva de la cúpula fabril expresó el martes en la intimidad una visión positiva sobre la prudencia de Alberto Fernandez. También porque lo asesoran figuras industrialistas como Matías Kulfas, Miguel Peirano y José De Mendiguren.

Fernández no va a producir definiciones, pero estas tres figuras son clave en su entorno. También son referentes en lo financiero Emanuel Alvarez Agis y Guillermo Nielsen. El ex secretario de Finanzas tendría una tarea ciclópea: renegociar el acuerdo con el FMI y normalizar el frente externo.

El diálogo de Alberto con Macri dejó conformes a ambos. Ayudó a tranquilizar al enloquecido mercado, la definición de Fernández: “Está bien un dólar a 60 pesos”. Esa definición fue un pedido de Macri, después de que Alberto advirtió que el “Banco Central no puede dilapidar reservas”. Guido Sandleris estuvo toda la semana atrás de los acontecimientos. El BCRA sólo operó después de que el dólar se escapaba y generaba zozobra.

Fue a causa de las recomendaciones de Roberto Cardarelli: Sandleris tiene el compromiso de consultar a Washington antes de vender reservas provenientes del FMI.

La forma de operar del Fondo-BCRA provocó el miércoles dudas. Macri anunció las medidas antes de la apertura del mercado y el Central no pudo evitar que el dólar subiera. La inacción de Sandleris le hizo pagar un costo político al Presidente. Además, el miércoles perdió la friolera de 248 millones de dólares de reservas. Un volumen insostenible en el tiempo.

La distensión entre Macri y Alberto provocó que ayer el BCRA no tuviera que vender. Hubo una tregua. Pero suponer que ya se logró un techo sería ingenuo: la economía y la política están dislocadas y cualquier evento puede hacer temblar el dólar.

La comunicación entre ambos tuvo también momentos de tensión. El primero fue subsanado con un acuerdo: fue cuando Alberto recomendó no hacer una reunión pública entre ellos. El Presidente se lo pidió y el peronista le respondió: “Una foto conjunta te va a debilitar más a vos”.

También se pasaron fuertes facturas. Alberto le dijo: “¿Vos me pedís ayuda ahora, después que estuviste 4 años diciendo que somos Venezuela?”. Macri retrucó: “Nunca te acusé a vos. Siempre me refería a Cristina”. Pero Macri le pasó factura por las declaraciones en la campaña sobre el dólar: “No fueron prudentes y no ayudaron”.

Fue ahí cuando Alberto se comprometió a serenar el mercado. Ambos acordaron en secreto un “canal de diálogo” permanente y hermético: están dispuestos a nombrar un delegado por parte, para aceitar las consultas. También ayer ayudó el mensaje – casi conjunto- que emitieron Emanuel Alvarez Agis y Luis Caputo. Alvarez Agis ponderó a Caputo y el ex -titular del BCRA dijo que Argentina no va al default. Los dos sostienen que estuvo sobredimensionado el castigo del “lunes negro”. Fue en la Bolsa de Comercio y estaba presente todo el establishment.

Ambos eludieron hablar del escándalo que envuelve a los inversores y las encuestas. La insólita especulación del viernes antes de las elección, provocó pérdidas mayúsculas a los bancos. Hubo tres extranjeros que lideraron las inversiones y propiciaron un clima de euforia financiera. Los banqueros Facundo Gómez Minujín y Gabriel Martino se defienden de los ataques y dicen que sólo actuaron engañados por malas encuestas. La Comisión Nacional de Valores desmintió que haya iniciado un sumario sobre un banco español.

Las encuestadoras que dieron ese fallido resultado fueron cinco: Real Time Data, Poliarquía, Isonomía, Giacobbe y Elypsis. Todas cantaron un repunte de último momento a Macri y un resultado que lo ponía en reelección. Luciano Cohan, de Elypsis, fue el más activo. Hizo varias conferencias telefónicas con inversores del exterior. Este fue su mensaje: “Macri gana por un punto: 38 a 37 % ”.

Conclusión: el mercado sobreactuó una suba y generó un clima a favor de Macri.

Hubo bancos que perdieron mucho dinero: por lo menos 1.000 millones de dólares. Este traspié especulativo provocó otra cuestión: que el lunes los mercados sobreactuaran la caída y hubiese un derrumbe histórico. Los banqueros se defienden. Dicen que no habrían apostado tanto si la Casa Rosada no hubiera avalado esos datos irreales.

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