El Monumental está habilitado para jugar la final de la Copa Libertadores

Si Boca presenta un pedido de no jugar el encuentro por la salud de Pablo Pérez, la decisión quedará sujeta a lo que resuelva Conmebol.


Tras la clausura que pesaba sobre el Estadio Monumental desde el sábado, finalmente fue levantada y el titular de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) de la Ciudad, Ricardo Pedace confirmó que se podrá jugar la final de la Copa Libertadores entre River y Boca.

“La clausura se dispuso porque la cantidad de gente estaba excedida. Pero esta mañana se dispuso el levantamiento de esa medida porque todos los elementos de seguridad están presentes”, indicó Pedace en declaraciones TN.

El titular de la AGC resaltó que tras controles que se llevaron a cabo entre el sábado a la noche y el domingo a la mañana y que River superó de forma satisfactoria, también se dispuso el abono de una multa que fue pagada por la entidad de Núñez, aunque no se dio a conocer el monto.

Sin embargo, desde Boca se niegan a jugar el partido ya que consideran que el mediocampista Pablo Pérez no está en condiciones para formar parte del 11 titular y sus compañeros entienden que estarían en desventaja al no contar con su capitán.

Bajo este contexto, el club de la Rivera podría hacer una presentación para no jugarlo y hasta podría pedir sanciones. Si bien hasta el momento no fue presentado.

Por su parte, para el encuentro que se jugará este domingo desde las 17hs, desde el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño decidió agregar más de 400 policías de la Ciudad. Fuentes policiales revelaron a NA que en las últimas horas se pidieron como promedio “unos 10 uniformados promedio por comisaría”, entre las 15 comunales y las 28 vecinales que hay en la Capital Federal -totalizan unos 430 policías- y a ellos habrá que sumarle algunos más de Prefectura Naval y Policía Federal para superar los 2.700 uniformados abocados a la gran final de la Copa Libertadores de América.

En ese sentido, para el encuentro del sábado hubo 1.300 efectivos entre integrantes de la Ciudad, de Policía Federal y de Prefectura Naval, y 900 empleados de seguridad privada que totalizaron unos 2.200.

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