Yésica Bopp: «Fui boxeadora la mitad de mi vida»

La campeona mundial en categoría minimosca destacó que solamente dejó la competencia cuando estuvo embarazada, y que gracias a eso aprovechó para terminar la carrera de psicología.

La boxeadora y psicóloga Yésica Bopp repasó sus 17 años compitiendo («la mitad de mi vida, tengo 34»), y reveló que ni aún estando a punto de ser madre pudo tomar distancia del deporte: “Estando embarazada hacía eventos de boxeo para no estar alejada, ayudaba a mis compañeros”, explicó en diálogo con Federico Seeber, en La Burbuja FM.

La campeona minimosca detalló que al iniciar era «cero boxeo», y que la convencieron porque «había otras chicas», aunque la noticia no cayó del todo bien en la casa: “Al principio no fue agradable la noticia de hacer boxeo para mi mamá. Ella se convenció porque empecé a tener mejores hábitos, no tomaba alcohol y deje de fumar”.

Bopp confesó que el boxeo la «apasionó de entrada», y que la terapia le reveló una verdad oculta: «Con el psicoanálisis encontré que mi papá era peleador, le decían el rengo”.

Sobre la cuestión de género en el deporte, la nacida en Wilde reiteró que el boxeo femenino «no es bien pago como el masculino», y que su organización fue clave para cuando empezó a ganar dinero: «Notaba que si le dedicaba más tiempo podía ganar más. Hoy tengo un gimnasio que ya tiene 200 socios, fui creando mi carrera con objetivos a mediano y largo plazo creando en mí», sentenció.

Sin embargo, no deja de señalar la desigualdad que todavía existe en su campo: “El mundo del boxeo es muy machista, te dicen hay $2,50, ¿te interesa? Si no te interesa, hay otra en tu lugar”, y confesó futuras ambiciones: “Yo si me pongo, quiero ponerme como presidenta de la federación argentina de box”.

Bopp también fue consultada por la idea de despenalizar el aborto, y puntualizó: “No tengo idea formada, cada uno sabrá lo que hace. Yo quiero vida”.

Sobre su mayor cualidad como profesional, la campeona mundial detalló: “Me entrené siempre para tener la mejor defensa, ese es el mejor ataque. No recuerdo piñas fuertes que me hayan dado”.

Relacionado a lo dicho, confesó una curiosidad. “Odiaba las películas de Rocky, le decía a mi hermano ‘¿No ves que no se pegan?’”.

Por último, Bopp habló de su momento burbuja: “En mi casa, después de entrenar, mirar una película. La nena no molesta, ese momento es único”.

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