Fueron señalados como las personas que participaron del ataque, dentro y fuera del boliche. Thomsen, Comelli y Pertossi, los más complicados. Pablo Ventura no fue señalado y sería desvinculado del caso la semana próxima. El proceso continuará el lunes y martes.
A medida que pasan las horas, la situación de los 10 rugbiers se complica cada vez más. El círculo se sigue cerrando alrededor de la figura de los diez detenidos por el homicidio que conmociona a un país que pide justicia por Fernando Báez Sosa, víctima de un atroz ataque a la salida de un boliche hace seis días en Villa Gesell.
Siete de los rugbiers detenidos por el asesinato en la ciudad costera fueron identificados el viernes por testigos en la segunda tanda de ruedas de reconocimiento. Dos de ellos están acusados como autores de la patada mortal y hasta ya detectaron la zapatilla que habría utilizado uno de ellos para matar al joven. De todas formas, todos están sumamente complicados por igual y enfrentan un proceso por el que pueden recibir cadena perpetua.
Amigos de Fernando y otras personas que fueron testigos del brutal episodio en la vereda de la discoteca Le Brique, pudieron señalar a Máximo Thomsen como uno de los principales atacantes. Lo señalaron jueves y viernes como la persona que golpeó al adolescente de 19 años cuando este estaba tirado en el suelo.
Los testigos también apuntaron a Ciro Pertossi como agresor de uno de los amigos de Fernando, un joven que recibió fuertes golpes y también fue pateado en el piso. A Tomás Comelli lo marcaron como integrante de la patota.
Y Matías Benicelli fue identificado como la persona que arengaba al resto de la patota para que golpease con mayor dureza a Fernando. No trascendió el nombre del quinto atacante identificado en la segunda jornada de ruedas de reconocimiento. Ese nombre que falta sería el de Lucas Pertosi, quien podría ser indagado como posible coautor.
Además de Thomsen, los hermanos Ciro y Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Viollaz, Comelli y Benicelli, permanecen detenidos Alejo Milanesi (20), Juan Pedro Guarino (19) y Blas Cinalli (18).
Los diez rugbiers están imputados por el delito de «homicidio agravado por premeditación de dos o más personas», al igual que el remero Pablo Ventura (21), que fue liberado el martes último.