El cuerpo del chico de 17 años tenía dos orificios de bala: uno en la cabeza y el otro en el cuello.
Martín Mansilla, el joven de 17 años que fue asesinado el martes pasado en Villa Soldati, recibió dos balazos, uno en la cabeza y el otro en el cuello, de acuerdo a los peritos de la Unidad Criminalística que trabaja en el caso.
El cuerpo de Mansilla fue encontrado por personal de Gendarmería el martes por la madrugada un contenedor de basura, en la calle Laguna, entre los pasajes «F» y «G» del complejo Ramón Carrillo después de que los vecinos denunciaran que escucharon unos disparos.
Los gendarmes encontraron el cuerpo de Mansilla tras seguir las manchas de sangre hasta el contenedor. A los pocos minutos llegó la familia del muchacho para corroborar su identidad.
De acuerdo con los peritos, los orificios de entrada de las balas están en la cabeza y el cuello, pero hay sólo uno de salida en el maxilar inferior izquierdo, debajo de la oreja. Los gendarmes que encontraron el cuerpo de Mansilla hallaron también una vaina de proyectil calibre .38 mm.
El caso está en manos de la fiscal en lo Criminal de Instrucción Marcela Sánchez, quien le encargó la investigación a personal de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad.