Sucedió en la autopista La Plata-Buenos Aires. El conductor había sido condenado y está inhabilitado para manejar. La mujer lo filmó y difundió el video.
En 2012, Carmen Lusardi vivió el peor momento de su vida cuando un chofer de colectivo atropelló y mató a su hijo adolescente que estaba por entrar a la escuela. Cinco años después, la mujer -oriunda de La Plata- vivió un momento estremecedor: se subió a un micro para viajar a la ciudad de Buenos Aires y descubrió que quien lo manejaba era el mismo hombre que había asesinado al menor.
Indignada y en shock, Carmen tuvo el valor para increparlo frente al resto de los pasajeros y lo grabó con su celular. Entre lágrimas pero con la fuerza suficiente para encarar la situación, le recriminó al chofer que aún estaba manejando, a pesar de que cuando fue condenado por la muerte del chico a una pena de prisión en suspenso también se le prohibió manejar vehículos por ocho años.
Visiblemente incómodo, el asesino apenas atinó a ponerse anteojos de sol para cubrir su rostro y sin conmoverse le pidió al resto de los pasajeros que descendieran de la unidad. «No voy a seguir», dijo el conductor mientras Carmen seguía enfrentándolo a los gritos y con insultos. «¿Saben que mató a mi hijo de 14 años en diagonal 80? Asesinó a mi hijo. Fue a juicio y sigue manejando. Sabe que no tiene que manejar», exclamó por su parte la mujer.
EL VIDEO:
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La tragedia ocurrió el 30 de julio de 2012: ese día, el colectivero atropelló y mató a Ayron Sires (14) cuando a las 7:30 cruzaba la calle camino a la escuela. En abril último, Ibáñez fue condenado a dos años y ocho meses de prisión. También lo inhabilitaron para manejar. Sin embargo, con total impunidad continuó dedicado al transporte de pasajeros.
«Esta mañana tomé el Plaza en la terminal y cuando voy a pagar el boleto veo que el que manejaba el colectivo era este hombre, los dos nos reconocimos», recordó la mujer. El conductor, identificado como Juan Carlos Ibáñez, trató de intimidarla al principio y le advirtió que «no hiciera nada» porque «estaba trabajando».
Finalmente, el resto de los pasajeros se bajó del micro y ella llamó a la Policía. Ibáñez, en tanto, llamó a otro chofer. Cuando las autoridades se hicieron presentes, se labró una acta en la que quedó asentado que el condenado manejaba a pesar a la prohibición judicial.
«Luego de confiar en los hombres y mujeres a los que les toca impartir » justicia» luego de llorar la espera y masticar cada día el dolor de no tener más a mi hijo, luego de todo, me encuentro como al principio viendo con mis propios ojos como alguien que mata con una imprudencia alevosa, sigue su vida como si nada hubiera pasado«, expresó la mujer.
Fuente: INFOBAE