Velorio de Diego: para el Presidente, fue «un problema» el horario que dispuso la familia

Alberto Fernández afirmó que «cuando mucha gente se dio cuenta que por la cantidad de personas que tenía adelante no iba a llegar, muchos se abalanzaron sobre la puerta tratando de entrar y ahí ocurrió lo que todos vimos».


El presidente Alberto Fernández dialogó este sábado con Andy Kusnetzoff sobre la muerte de Diego Maradona y se refirió a los disturbios que hubo durante el velatorio en la Casa Rosada. «Tuvimos el ‘problema’ de que la familia quiso que todo terminara a las 16», opinó el mandatario.

«Enterarnos de que Maradona se había ido fue un momento muy ingrato, horrible. Lo único que atine a hacer fue ponerme al servicio de su familia», expresó Fernández y contó que habló con Claudia Villafañe, exmujer del futbolista, y le comunicó las opciones que había pensado para la despedida. «Ellas creían que lo mejor era que Diego fuera velado en la Casa de Gobierno e inmediatamente les dije que sí», dijo en una entrevista con el programa Podemos Hablar, por Telefe.

Consultado por la organización, el Presidente sostuvo que lo planificaron «sabiendo que iban a tener un aluvión de gente que quería despedirse». Y agregó: «Tuvimos el problema, entre comillas (sic), de enfrentar la decisión de la familia, de que ellos quisieron que todo terminara a las 16. Cuando mucha gente se dio cuenta que por la cantidad de personas que tenía adelante no iba a llegar, muchos se abalanzaron sobre la puerta tratando de entrar y ahí ocurrió lo que todos vimos».

Luego, opinó sobre el final abrupto que tuvo la ceremonia en la Casa Rosada, tras el operativo de seguridad que fue desbordado por los hinchas. «Me llamó la atención que muchos plantearon que habiendo puesto la Casa de Gobierno, teníamos que poner nosotros las condiciones a partir de las cuales debía ser velado. A mí me pareció que no, nunca enfrenté ese dilema. Quienes tenían que decidir cómo hacerlo y durante cuánto tiempo era su familia», resaltó.

Asimismo, el mandatario remarcó: «Lo que sí esperaba era que todos, en respeto a la memoria de Diego, entendamos que algunos íbamos a poder verlo y otros no. Los problemas se generaron con un grupo limitado de gente que hicieron mucho barullo. Lo cierto es que cuando vieron salir el cuerpo de Diego, toda la gente muy tranquilamente dejó la Plaza».

«Lo más impactante fue ver que nadie sabía dónde iba a ser sepultado Maradona ni a que hora y, sin embargo, salió el auto fúnebre que lo llevaba e inmediatamente la gente salió a las calles por dónde pasaba ese auto para despedirlo. Me impresionaba ver en la autopista los puentes repletos de gente. Eso lo único que demuestra es la capacidad que tuvo Diego hasta en el día de su muerte de movilizar el amor de los argentinos. Era imparable, y claro que difícil de hacerlo. Yo quise ponerme al lado de la familia, que ellos resolviera cómo proceder y ponerle a disposición lo que a juicio de ellos Diego hubiera querido. ¿Cómo vamos a cuestionarles los tiempos a la familia? Quise que fuera un día donde los argentinos le rindieran homenaje a Diego», explicó Fernández.

«Maradona es un personaje enorme. Los argentinos por ahí no somos conscientes. Personajes como él son inmensos. Es un hombre que ha trascendido las fronteras argentinas de un modo increíble. Los que amamos el fútbol sabemos que no vamos a ver a otro jugador como él nunca. Fue único e irrepetible, un jugador con un liderazgo que no es fácil de encontrar», dijo el jefe de Estado.

Y continuó: «Fue un hombre con una vida siempre comprometida con los sectores más humildes. Se lo dije muchas veces en vida: ‘Lo tuyo es un caso único, sos alguien que tocó el cielo con las manos pero no despegó los pies de la tierra'».

«Esa permanente preocupación suya por los que peor estaban, por los que peor la pasaban…Por todo eso también tuvo sus propios dolores de cabeza. Para muchos era un personaje políticamente incorrecto, a mi juicio, un hombre muy comprometido con lo que creía», resaltó.

Al finalizar, el mandatario recordó una frase que el astro del fútbol le decía a los jugadores en los mundiales y se quebró al repetirla. «Él arengaba a sus compañeros diciéndoles: ‘Tenemos que ganar porque tal vez ésta sea la única felicidad que tengan millones de argentinos’. Es muy impresionante. A veces pienso si todos nosotros pensáramos como Maradona, qué distinto sería el país». Y concluyó: «Él nos hizo felices a todos, yo le diría gracias. Deseo que ojalá haya sido feliz».

 

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