El viceministro de Salud bonaerense se refirió al impacto que se espera y la oportunidad crucial de mitigarlo con la vacunación. Además, habló sobre la primera dosis que le administró a Cristina Kirchner.
Argentina atraviesa un momento complicado con el coronavirus y mucho de eso tiene que ver con que en los próximos días se verán mayores números de contagio ante las vacaciones y el relajamiento generalizado en todas las provincias, principalmente en las ciudades de la costa y la Patagonia, que se convirtieron en los mayores centros turísticos.
Sobre este avance de los casos, Nicolás Kreplak tuvo un momento de análisis y reconoció un temor para lo que pueda suceder con el comienzo de las temperaturas más bajas al tiempo que detalló que la segunda ola podría tener un impacto grave en la sociedad, principalmente en la población de riesgo.
«Tenemos muchos casos y el rebrote que vimos a fin de año es preocupante, porque muestra que, cuando no hay cuidado, podemos subir aunque estemos en pleno calor», manifestó el viceministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, que profundizó en su pensamiento asegurando que «una segunda ola del invierno seguramente va a ser de una enorme magnitud».
«El tema es que lleguemos con las personas de riesgo vacunadas; cosa de que, si tenemos una gran magnitud de contagiados, no haya letalidad. Si recibimos en las próximas semanas cuatro millones de dosis, vamos a tener más vacunas que inscriptos. Necesitamos que todo el mundo se inscriba así podemos vacunar primero a las personas de más riesgo», sentenció.
Por otro lado, Nicolás Kreplak fue la persona que le administró la primera dosis de Sputnik V a Cristina Kirchner y destacó el accionar público de la vicepresidenta asegurando que es fundamental para fomentar una mayor concurrencia. Además, habló de «orgullo» por el hecho de que que haya elegido vacunarse «en un hospital público de la provincia de Buenos Aires», en relación al Hospital Presidente Perón de Avellaneda.
«La vacunación es un acto solidario y de amor colectivo que Cristina demuestra, una vez más, que los tiene para con el pueblo», manifestó antes de cerrar sus declaraciones en Radio 10 consultado por los efectos adversos que se han presentado en torno a la vacuna rusa.
«Cuando me la apliqué tuve un poco de dolor muscular por la noche, como si me hubiese estado por subir la fiebre, pero enseguida se pasó», relató. Y cerró: «Algunos tienen que tomar un analgésico, no más que eso. Tenemos un seguimiento de los efectos adversos y llamamos por teléfono a parte de la población».