Así definió el mandatario estadounidense la reunión sin precedentes entre los líderes de las potencias mundiales
Con las miradas de todo el mundo encima, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su par ruso, Vladimir Putin, se reunieron este lunes en Helsinki. La histórica cumbre generó fuertes expectativas por la enemistad entre ambos países que creció durante la Guerra Fría y por el adelanto de los temas que se tratarían, entre ellos, la guerra en Siria y la tensión en la OTAN.
En conferencia de prensa, Putin calificó el encuentro como una «exitosa ronda de negociaciones» y si bien admitió que entre ambos países la relación «no pasa por un buen momento», enfatizó: «la Guerra Fría es algo del pasado».
«Las negociaciones con (Donald) Trump se realizaron en una atmósfera franca y amistosa. Fue una ronda de coloquios de verdad provechosa», definió el mandatario ruso y agregó: «Debemos dejar detrás el clima de Guerra Fría. No hay necesidad de un enfrentamiento. La situación cambió, es necesario afrontar los desafíos comunes. El terrorismo siempre en crecimiento y el crimen internacional, y ni hablar de los problemas económicos y ambientales».
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En tanto, fue consultado por la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 a lo que Putín reiteró que Rusia «jamás ha interferido ni interferirá en los asuntos internos estadounidenses» al tiempo que detalló algunos de los temas de los que se debatieron en la reunión privada.
Y aseguró: «Por ejemplo discutimos de Siria, donde debemos restablecer la paz y la reconciliación. Estados Unidos pueden tener un liderazgo proactivo en esta crisis, solo con la cooperación se puede alcanzar un éxito»
Por su parte, Trump reconoció que en la actualidad la relación bilateral nunca había sido «peor» pero que «ahora cambió» por la reunión que habían mantenido horas atrás. » Es el principio de un proceso largo, dimos el primer paso para un futuro brillante«, afirmó.
El líder norteamericano auguró la posibilidad de «hallar modos para cooperar para defender los intereses» de ambas naciones en tanto que resaltó la presión sobre el programa nuclear de Irán y la «violencia» de Teherán en Medio Oriente en referencia a la participación iraní en la guerra en Siria.
Luego de su gira europea en la que protagonizó varios escándalos, Trump fue criticado por su reunión con el mandatario del Kremlin. Pero se mostró confiado: «Prefiero tomar un riesgo político por la paz que arriesgar la paz por la política. «Como presidente siempre voy a poner primero lo que es mejor para los estadounidenses», advirtió.
Tras la reunión cara a cara, que duró más de dos horas, Trump había enfatizado que fue un «muy, muy buen encuentro» mientras que Putin no hizo declaraciones y se dirigieron juntos a a su almuerzo de trabajo con algunos de sus principales ministros y asesores, entre ellos sus respectivos titulares Exteriores, Mike Pompeo y Serguéi Lavrov.
También había anticipado previo al encuentro: «Tenemos que hablar de muchos temas, comercio, China, armas y más. Son grandes las oportunidades. Creo que entablaremos una relación extraordinaria. Llevarse bien con Rusia es algo bueno, no malo. El mundo quiere ver que nos llevemos bien. Somos dos potencias nucleares, eso es uno de los temas que abordaremos».
A su vez, el mandatario del Kremlin afirmó que «ha llegado la hora de hablar detenidamente, tanto de las relaciones bilaterales como de los distintos puntos de tensión en el mundo, y son bastantes» con el objetivo de que ambas naciones les presten «atención».
En tanto, el líder estadounidense aseguró que buscaría lograr una relación «extraordinaria» con Putin, ya que consideró que «el mundo quiere» que ambos se lleven bien.
Es la primera vez que ambos mandatarios se reunen en una cumbre formal. Mientras que Putin viene de Moscú donde se disputó la final del Mundial que acabó con el triunfo de Francia, Trump viene de una gira europea en la que dio que hablar por los ataques Angela Merkel, a sus aliados de la OTAN, las duras críticas a Theresa May por su estrategia del Brexit, además de romper bochornosamente el protocolo en su visita a la reina Isabel II en el palacio de Windsor.
