El Sumo Pontífice ratificó su postura en contra de la IVE y manifestó que «todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida».
Sin lugar a dudas, la aprobación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el Congreso es una de las noticias del año para el país, pero principalmente para dos sectores diferentes. Por uno, es la reivindicación de la lucha del feminismo, una de las grandes batallas que se ha dado a lo largo de varios años, y por otro para la Iglesia, que ha perdido un bastión importante con esta sanción.
El grado de relevancia de esta ley ha llegado incluso a El Vaticano, donde el Papa Francisco se expresó en los momentos previos a la sesión y remarcó su negatividad. Ahora, luego de que se diera a conocer el resultado final de 38 votos afirmativos contra 29 negativos, el mandatario argentino volvió a hablar sobre el tema, ratificando su rechazo.
El Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 29, 2020
Durante la catequesis que brindó desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre aseguró que «los cristianos, como todos los creyentes, bendicen a Dios por el don de la vida«. «Para nosotros cristianos el dar las gracias ha dado nombre al Sacramento más esencial que hay: la Eucaristía. La palabra griega, de hecho, significa precisamente esto: acción de gracias», manifestó.
«Vivir es ante todo haber recibido la vida. Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida«, destacó Francisco al respecto, continuando con sus dichos de apenas 24 horas antes donde marcaba que «el Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura».
Por su lado, las palabras también se replicaron en Argentina, donde el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, había encabezado una «misa por el cuidado y el respeto de la vida naciente» en la Basílica de Luján, en el tradicional santuario, en la que el prelado había señalado que «no se puede ocultar el dolor ante el proyecto de ley».
