Solo en Off: la orden de Santiago Caputo que hizo correr a un alto funcionario nacional

Un asado para Brigitte Macron, el fugaz “regreso a escena” de Gabriela Michetti y el misterioso contacto entre Villarruel e Isabel Perón.


Por Jaime Rosemberg para La Nación

Todo era alegría y optimismo desbordante el miércoles por la mañana en la Casa Rosada, ya con la confirmación oficial del triunfo de Donald Trump en las elecciones norteamericanas.

El entusiasmo por la victoria del vital aliado era tal que, al estilo de los hinchas de fútbol que van con sus camisetas al trabajo al día siguiente de un triunfo deportivo, casi nadie de la primera línea del Gobierno olvidó llegar a la Casa Rosada con su corbata roja, color que desde hace varias décadas identifica a los republicanos, un accesorio que también el presidente estadounidense electo suele utilizar en sus compromisos públicos.

 

Pero hubo una notoria excepción: la del secretario de Justicia, Sebastián Amerio, quien llegó para participar de una declaración de prensa junto al portavoz Manuel Adorni vestido de traje oscuro… y una corbata celeste.

“¿Qué hacés con esa corbata? Andá y comprate una roja”, le espetó, a modo de recomendación y según escucharon luego testigos de boca del propio Amerio, el asesor presidencial todoterreno y, en los hechos, superior del secretario, Santiago Caputo, inflexible a la hora de pensar y ejecutar las estrategias comunicacionales libertarias.

 

Sin contradecir ni la orden ni a su mandante, y según ratifican ocasionales testigos, Amerio envió a un colaborador, que franqueó la salida de la Casa Rosada y recorrió, presuroso, los locales de ropa cercanos a la Plaza de Mayo, hasta que dio con la corbata requerida.

“Felicitaciones y que las fuerzas del cielo los acompañen”, dijo el portavoz en la conferencia de prensa, antes de presentar a Amerio, quien dio detalles del envío al Senado de 150 pliegos de aspirantes a jueces y fiscales, una iniciativa que busca mover los cimientos del Poder Judicial en plena puja por las designaciones de dos nuevos miembros para la Corte Suprema.

 

No lejos de allí, también Caputo lució una corbata roja, eso sí, con vivos celestes y blancos, como para mezclar la bandera argentina con el corazoncito trumpista.

La Casa Rosada y un asado esperan a Macron

Revuelo y preparativos hay en el Gobierno de cara al sábado próximo, cuando aterrice en Buenos Aires el presidente francés, Emmanuel Macron, junto a su esposa y primera dama, Brigitte Macron.

 

Según cuentan conocedores del vínculo entre los presidentes, una promesa previa deberá cumplirse. Es que, durante su reciente viaje a Francia, Karina Milei le aseguró a la primera dama que si venía a Argentina le ofrecería un asado todavía mejor que el que la embajada argentina sirvió en aquella oportunidad.

 

Asado argentino fue también la excusa para el encuentro de Karina Milei con las autoridades de Carrefour en su viaje a Francia. Casualidad o no, el jueves la megaempresa anunció una inversión de US$300 millones y la creación de 2200 empleos, en plena Casa Rosada y con el presidente Milei en la cabecera de la mesa.

 

Llegado en la previa de la cumbre del G20, a realizarse en Río de Janeiro, Macron disfrutará además de un gesto poco común: el Presidente hará abrir la Casa Rosada un domingo para recibirlo.

 

Michetti, renovada en su búsqueda espiritual

En medio de la nutrida multitud de empresarios y políticos que llenaron el hotel Faena para el foro del think tank Abeceb, muchos de los saludos más efusivos los recibió Gabriela Michetti, la exvicepresidenta del gobierno de Cambiemos, hoy alejada de la primera línea de la política.

 

Invitada al evento por el fundador de Abeceb, Dante Sica, Michetti siguió con atención las dos disertaciones de Mauricio Macri, con quien -detalló- sigue en contacto. De regreso a su Laprida natal para ocuparse de la salud de sus padres, Michetti contó a varios de sus interlocutores pasa sus horas escribiendo un libro sobre su paso por la política, y también transita un proceso de “introspección” y “mirada hacia adentro” de la mano de su fe católica.

 

De política, contó, poco y nada, más allá de sus diálogos con el expresidente Macri y el actual diputado Hernán Lombardi, amigo y uno de sus principales apoyos en aquella interna de 2015 por la candidatura a jefe de gobierno porteño contra Horacio Rodríguez Larreta que terminó en derrota.

 

Villarruel y su misterioso contacto para ver a Isabel

Nadie, por miedo o desconocimiento, quiere largar prenda. ”No lo sé”, es la respuesta común cerca de la vicepresidenta Victoria Villarruel cuando la consulta gira sobre quienes habrían facilitado su encuentro, a mediados de octubre en Madrid, con la expresidenta María Estela Martínez, más conocida como Isabel Perón.

 

Los pocos peronistas que aún tienen contacto con Isabelita, y quienes ven a Villarruel con expectativa futura dentro de ese espacio político, no dudan en conversaciones discretas. “Fue Francisco”, aseguran esas fuentes, dando a entender que no fue otro que el Papa quien logró acercar a Villarruel e Isabel, desde hace décadas recluida y sin participación política.

 

Nadie se anima a confirmar la especie. Pero el Papa le había enviado a la expresidenta una carta, a través de su biógrafo Diego Mazzieri, en la que decía que la recordaba siempre. Pocos días después recibió a Villarruel en el Vaticano y, en el medio, se dio la foto entre ambas mujeres, lo que para la vicepresidenta significó una reivindicación de la “primera mujer presidenta de la historia”. ¿Habrá sido Francisco?

 

Servini, en la guerra por los viáticos para el Parlasur

Curtida en el arte de mediar en los conflictos más complicados, la juez María Romilda Servini de Cubría intervino el jueves en la disputa entre el Gobierno y los legisladores del Parlasur, a quienes la Casa Rosada les suspendió los viáticos, vitales para cumplir con sus funciones.

 

Ese día, un grupo de legisladores (Mariano Arcioni, Teresa Parodi, Gabriel Fuks y Franco Metaza, de Unión por la Patria, junto al libertario Rodolfo Eiben y el exgobernador correntino José Antonio Romero Feris) se presentó en queja ante la experimentada jueza para que los ayude a revertir la resolución administrativa 888/2024, firmada por la ya excanciller Diana Mondino y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que suspendió los pasajes y viáticos para los legisladores, con el argumento de que es el Parlasur, y no los gobiernos, el que debe hacerse cargo de esos gastos.

 

Apoyados por legisladores de otros países, los parlamentarios sesionarán este lunes en Córdoba, y no en Montevideo, donde funciona el Parlasur. Está invitado el gobernador de esa provincia, Martín Llaryora, aliado de los legisladores, que buscan una ayuda de la jueza.

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