Es en una causa en la que se lo acusa de «tráfico de influencias en la Justicia». Ahora, la Fiscalía cuenta con la posibilidad de apelar para que lo resuelto por el juez sea revisado por la Cámara Federal porteña.
El juez federal Sebastián Casanello finalmente sobreseyó al presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, un aliado del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, acusado por presunto tráfico de influencias en la Justicia. Se trata de una causa iniciada por una denuncia hecha en marzo de 2016 por un abogado a raíz de los dichos televisivos de la diputada Elisa Carrió, quien había señalado que el presidente de Boca Juniors «intervenía en la Justicia con el consentimiento de Macri».
Para el juez, no hay pruebas de la acusación hecha por el fiscal federal Federico Delgado, quien había imputado a Angelici y hasta había reclamado su citación a indagatoria por presunto tráfico de influencias. La denuncia la había presentado el abogado Carlos José Díaz a partir de los dichos de Carrió, quien incluso declaró ante Casanello como testigo: también lo hizo el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien había asegurado que las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Judicial eran a través de las «vías institucionales» y de esta manera rechazó las sospechas sobre el presidente de Boca como supuesto «operador».
Uno de los hechos concretos bajo sospecha fue en torno a la figura de entonces juez federal Norberto Oyarbide, ante quien supuestamente Angelici habría transmitido los deseos del Poder Ejecutivo de que renunciara al cargo, algo que finalmente hizo. Oyarbide declaró ante Casanello y dijo que no conocía a Angelici, más allá de que existían fotos del presidente de Boca Juniors asistiendo a una celebración organizada por el magistrado por sus 20 años como juez del fuero federal. Incluso se valoraron las comunicaciones entre abonados telefónicos de Oyarbide y de Angelici, sin encontrarse prueba alguna para el Juzgado, pudo saber NA.
Se citó también a testimonial a personal de un restaurante de Puerto Madero en el que supuestamente se habían registrado encuentros entre Angelici y funcionarios judiciales, pero nada aportaron a la causa. Para Casanello, además, el delito prevé una contraprestación, algo que no estuvo probado y por ello concluyó en su sobreseimiento: estableció que no hubo elementos de prueba para concluir en el supuesto tráfico de influencias.
Ahora, la Fiscalía cuenta con la posibilidad de apelar para que lo resuelto por el juez sea revisado por la Cámara Federal porteña.