Al mismo tiempo, la ministra de Salud de la Nación aseguró que el Gobierno va a tomar medidas “lo más temprano posible” pero no se va a “apuntar a un confinamiento”.
En medio del análisis de nuevas medidas por la segunda ola del coronavirus, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, reconoció que si se detecta aumento de casos, el Gobierno va a “tomar medidas lo más temprano posible” pero no se va a “apuntar a un confinamiento” sino a la “disminución de la circulación de personas por franjas horarias”.
“Si hay algún aumento de casos, lo importante es tomar medidas lo más temprano posible en la medida geográfica mínima disminuyendo la circulación de personas por franjas horarias, no apuntar a un confinamiento”, sostuvo la funcionaria nacional.
En declaraciones radiales, la titular de la cartera sanitaria se refirió a la posibilidad de una segunda ola de contagios de COVID-19 y señaló que el país está “en una situación de alerta hace semanas, no solamente con la situación de la Argentina sino con los países vecinos y el aumento en algunas jurisdicciones que ya están experimentando un aumento comparativo en relación a las últimas semanas”.
“El día de ayer (martes) hay que evaluarlo en el contexto. Un solo día no es una tendencia. Hay que hacer el promedio semanal pero las provincias con más densidad poblacional han tenido un aumento importante de los casos”, advirtió la integrante del Gabinete y agregó: “Hay provincias que han tenido un aumento importante, tenemos que ver cómo evolucionan”.
Al respecto, Vizzotti llamó a “reforzar los cuidados para retrasar lo más que se pueda el aumento de casos mientras sigue la campaña de vacunación”. De todos modos, la titular de la cartera sanitaria explicó que “en principio la recomendación es la cuarentena en su domicilio» para aquellos que regresen del exterior, ante lo cual explicó que «en este momento no se está pensando en el aislamiento en hoteles”.
Las posibles restricciones que analiza el Gobierno
Se pondrán en vigencia a partir del fin de semana y restringirá el movimiento turístico hacia y desde el exterior en el fin de semana largo de Semana Santa.
El objetivo es definir en los próximos días una serie de medidas restrictivas que desalienten el ingreso de argentinos en el exterior para poder contener el impacto de la segunda ola de COVID-19. El Gobierno apunta a restringir fuertemente el ingreso desde Brasil con drásticas restricciones de la frecuencia de vuelos desde el país vecino, donde la nueva cepa Manaos está multiplicando los contagios en forma vertiginosa.
Por otra parte, los argentinos que ingresen al país provenientes del exterior deberán pagarse el hisopado PCR. Aún está en discusión cuántos días de cuarentena deberán cumplir y si también deberán abonar el hotel donde lo debería hacer, una idea que da vuelta desde hace varios días por las oficinas dela Casa Rosada. Aún no hay definiciones.
Aún no está definido si las nuevas medidas estarán en un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) o si saldrán a través de una resolución administrativa.