Semana clave en la definición por la quita de deuda

Martín Guzmán se reunirá con el Fondo Monetario Internacional y los bonistas para intentar alejar al país del riesgo de default.


Por Ezequiel Burgo para Clarín

Hoy arranca el mes que el Gobierno estableció como límite para reestructurar la deuda pública. Con el objetivo de darle oxígeno en el corto plazo a una economía en recesión, Martín Guzmán buscará despejar vencimientos cuanto antes, teniendo en cuenta que en mayo caerán US$ 3.300 millones

En teoría la Argentina debería lanzar la oferta del canje la semana que viene. Hay quienes descuentan que el trámite se demorará. A Guzmán todavía le quedan pasos previos que dar, y que ocurrirán en estos días: reuniones con bonistas -clave para que el Gobierno testee si está en condiciones de modificar los contratos de los títulos sin caer en default-, evaluar con la misión del FMI qué oferta haría sostenible la deuda y anunciar qué entidades asesoras lo acompañarán..

En las próximas horas el ministro recibirá a acreedores privados, entre los que se encuentra el dueño de un fondo, que se reunirá en persona con el titular de la cartera económica para escuchar, de su boca, qué planes tiene. Además, Templeton, Greylock, Blackrock, Golden Tree y Pimco figuran entre los acreedores que llegarán al país.

¿Cuántos bonos tienen en su poder estas grandes entidades que tendrían el poder de rechazar la oferta Guzmán y complicar al Gobierno de alcanzar las mayorías necesarias para cambiar los términos de contratos y patear adelante los pagos sin que litiguen?

Los títulos que emitieron los Kirchner y Mauricio Macri en moneda extranjera y bajo ley internacional son unos US$ 65.900 millones. Según estimaciones privadas, al menos la mitad estaría en manos de fondos grandes (10% del PBI). De ahí que para los economistas, las chances de Guzmán de evitar el default no sean bajas: reunir las mayorías necesarias estaría al alcance. “Hay espacio para hacer una oferta que sea aceptable para los bonistas y así evitar el default y dar un horizonte financiero de mayor certidumbre”, afirma Javier Alvaredo, de ACM. “El objetivo, más que la quita, es estirar los plazos”. Para Ricardo Delgado, director de Analytica, “están dadas las condiciones para una quita del 30%”.

Grecia reestructuró su deuda cuando equivalía al 170% de su producto y el déficit fiscal era 10%. ¿Y la Argentina? Según Alvaredo, “el universo total sobre el que va a trabajar Guzmán será el 25% del PBI”. Emmanuel Alvarez Agis, de pxq, calculó que el stock de deuda a reestructurar por Guzmán representa menos del 40% del total de la deuda pública. Para Martina Dal Poggetto, directora de Eco Go, “No diría que la deuda que tiene la Argentina no es significativa, pero sí que a los precios actuales Guzmán tiene margen para conseguir una negociación que aleje al país de un default o de una descapitalización preocupante del BCRA si se siguen extendiendo los plazos y pagando la deuda”.

El equipo económico y el Fondo Monetario trabajan en en su reestructuración. El organismo declaró que «no es sostenible» la carga de vencimientos que enfrenta el país, y pidió una “contribución apreciable” de los acreedores privados. Pero también mencionó “la importancia continuar con un proceso colaborativo con los acreedores privados”. ¿Se pondrá acaso en práctica esta semana esto del “proceso colaborativo”? Para muchos el término señala la actitud negativa de Axel Kicillof para negociar el reperfilamiento de un bono en la provincia a principio de febrero, y la estrategia financiera de Guzmán para enfrentar los vencimientos en pesos del mes pasado, que mostró ser insuficiente: no logró adhesiones para canjear el Bono Dual por unos $ 113.000 millones.

El FMI, por su parte, comenzará un ejercicio técnico en Buenos Aires desde mañana, cuando la misión retorne al país: en base a proyecciones de exportaciones, importaciones y reservas, su staff calculará hasta cuando es sostenible la deuda argentina y qué magnitud de reestructuración y superávit fiscal harán falta para equilibrar la economía (le dicen análisis de sustentabilidad). Bancos asesores han manifestado al ministro que un acuerdo con el FMI -ayudaría a que los bonistas acepten su oferta porque verían que el país se comprometería -a cambio de la quita- un esfuerzo. Reestructurar bajo el paraguas del FMI, ha sido el camino tradicional. “Es hora de dar una oferta consistente con un acuerdo rápido”, plantea Dal Poggetto.

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