Especialistas de la fuerza aseguran que el fiscal fue asesinado de un tiro en la cabeza por profesionales que «limpiaron» el escenario para simular un suicidio.
¿Alberto Nisman fue asesinado por denunciar un pacto del kirchnerismo para encubrir el atentado de la AMIA? El debate que mantiene en vilo a la sociedad argentina hace más de dos años, se instaló nuevamente en el Edificio Centinela de la Gendarmería Nacional este jueves y se determinó una conclusión tajante.
«El fiscal fue asesinado de un tiro en la cabeza, que se intentó ocultar modificando el escenario del crimen, para simular un presunto suicidio gatillado por una eventual crisis anímica».
Foto: Escena del crimen del fiscal Alberto Nisman
La precisión del anuncio se logró tras el debate técnico que se realizó en una réplica exacta del baño donde apareció muerto el funcionario, y tuvo como protagonistas a 34 peritos que representaban a las partes en conflicto y a la Gendarmería, designada por la justicia para determinar si Nisman se suicidó o lo mataron.
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Foto: Cristina Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman.
Se desplegó 28 peritos que exhiben distintas especialidades, desde expertos en balística a psicólogos. Mientras que los estudios Lanusse y Romero Victorica –querellantes-, y Rusconi –defensor de Diego Lagomarsino-, se presentaron con 6 peritos en el Edificio Centinela, escenario clave de la pericia que terminó con la principal incertidumbre del caso.
Para los peritos de la Gendarmería y de los estudios Lanusse y Romero Victorica ya no hay dudas respecto a lo que sucedió con Nisman. Se trató de un homicidio y las evidencias son las siguientes:
1. Se hicieron tres pericias (en La Plata y Salta) que comprobaron que el arma usada para matarlo deja residuos de disparo, mientras que no encontraron ningún resto de pólvora en Nisman cuando revisaron su cadáver.
2. El arma fue encontrada en la puerta del baño al lado del cuerpo, lo que demuestra que le dispararon y tiraron la pistola junto al cadáver.
3. El disparo fue hecho detrás de la oreja y en forma perpendicular, y no se apoyó el caño. Ese no es un procedimiento habitual en un suicida. No hay forma física de hacerlo.
4. Nisman tenía un golpe en la pierna izquierda y otro en la cabeza. Son golpes profesionales para reducir a una víctima, que no encuadran en una hipótesis de suicidio.
5. Se encontraron restos de Ketamina, una sustancia usada para apaciguar a una probable víctima. No se hallaron rastros de esta sustancia en la vivienda que utilizaba el fiscal federal.
6. Nisman recibía en su departamento a la madre, a las dos hijas, a sus dos secretarios, a la señora del personal doméstico, a sus custodios, a sus amigos y a Lagomarsino. Tras conocerse su muerte, se hizo una pericia para recoger huellas, y sólo se encontraron dos muestras que pertenecían al fiscal asesinado. Y nada más. Es decir: los asesinos de Nisman limpiaron todas las huellas.
Ahora, con estas nuevas pruebas, el fiscal federal Eduardo Taiano deberá decidir si avala la pericia o sostiene la hipótesis del suicidio. Fuentes judiciales adelantaron que se definirá días antes de las elecciones legislativas del 22 de octubre.
Fuente Infobae