Los manifestantes quemaron siete autos y cuatro colectivos, camino al hotel donde se aloja el presidente electo Lula da Silva.
Según reporta el sitio TN, manifestantes de extrema derecha, seguidores del presidente Jair Bolsonaro, causaron graves disturbios en la noche del lunes en el centro de Brasilia, para protestar por la detención de un cacique indígena a favor de un golpe de Estado.
Los disturbios comenzaron tras la captura del José Acácio Serere Xavante, ordenada por el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes debido a “indicios de práctica de los delitos de amenaza, persecución y abolición violenta del Estado Democrático de Derecho”.
Los bolsonaristas trataron de acceder por la fuerza a un edificio administrativo de la Policía Federal en el centro de Brasilia, pero fueron dispersados por las fuerzas de seguridad, que dispararon balas de goma y gases lacrimógenos.
Los disturbios se extendieron por un sector de hoteles vecino a la sede policial, en la zona donde se ubica el hotel donde se hospeda el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que asumirá el poder el 1 de enero.
La policía montó un fuerte operativo y logró controlar la situación tras enfrentarse a manifestantes enardecidos que prendieron fuego o destrozaron varios autos y colectivos que estaban estacionados en las inmediaciones del edificio de la Policía Federal.
El viernes, Bolsonaro habló por primera vez a sus seguidores, después de haber guardado silencio por cerca de 40 días, y les instó a dejar de pedir la intervención de los militares y que piensen “qué pueden hacer cada uno de ellos por la patria”.