Las fuerzas armadas rusas bombardearon esta madrugada una base militar a unos 40 kilómetros de la ciudad de Lviv, convertida en la capital diplomática del país y un centro por donde pasaron millones de refugiados.
El gobernador de la región, Maksym Kozytskyy, confirmó que hay al menos 35 los muertos y podría haber hasta 200 heridos. Según el gobierno local, los misiles cayeron antes del amanecer sobre la base de Yavoriv, también conocido como el Centro Internacional de Mantenimiento de la Paz y Seguridad.
El antecedente más cercano a un bombardeo en la zona había sido el del aeropuerto de Lutsk, hace dos días: la ciudad queda a 150 kilómetros de Lviv, cerca de la frontera con Bielorrusia y suponía el punto más occidental al que se habían atrevido a atacar los militares rusos.
La guerra ya atraviesa su día 18, ahora la intensidad está concentrada en el Este y el Sur de Ucrania. Los combates son cuerpo a cuerpo en las afueras de Kiev y Mariupol, que se resiste a caer, es directamente zona de desastre. Las bajas tanto militares como civiles se cuentan de a miles.